Polarización política en los medios noticiosos
Por Sandra Rodríguez Cotto*/En Puerto Rico, como pasa en otros países, la prensa se orienta en direcciones contrapuestas que inciden en la política y cómo la gente opina del tema.
Los penepés aquí dicen que la prensa es izquierdosa o la califican de estar llena de 'populetes'. Los populares dicen que hay agendas novoprogresistas entre los dueños de los medios informativos. Los independentistas dicen que ya no tienen espacio en la prensa, y los nuevos movimientos políticos como el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico o el MUS, dicen que los ignoran. A esto hay que añadirle los políticos con sus propios medios, los fanáticos que entran en el ciberespacio como supuestos periodistas ciudadanos y las propuestas noticiosas promovidas por sectores religiosos.
La polarización que es parte de la dinámica sociopolítica y cultural innata de los puertorriqueños, es también un fenómeno real en los medios de comunicación que la reproducen y la alimentan, a veces de manera solapada pero otros, descaradamente, según su conveniencia.
O sea, hay distintos polos informativos: los que satisfacen al gobierno en el poder vs. los que apoyan a la oposición, administración tras administración. Y en esta contienda, es el público el que decide leer, escuchar o ver las noticias en el medio que les sea más afín a su realidad. Cada medio da la versión que tú quieres escuchar. Es una versión de la realidad que tú quieres vivir o en la que tú quieres creer, según tu opinión de lo que es la democracia, como una vez planteó el sociólogo francés Pierre-Félix Bordieu.
En ese sentido, la selección de titulares, la frecuencia con la que cubren ciertos temas e ignoran otros, y la incidencia de las noticias seleccionadas como las principales, le transmite al lector un modo de mirar la realidad.
Por eso es que surgen voces de seguidores de los partidos políticos que de un lado dicen que El Nuevo Día y Primera Hora promueven la agenda del Partido Popular Democrático (PPD) mientras que El Vocero hace lo propio para el Partido Nuevo Progresista (PNP). Supuestamente pasa igual en radio, en televisión, y en la Internet.
A manera de ejemplo se puede ver la cobertura noticiosa a la investigación del juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton, y las pugnas con la nueva mayoría en ese foro. En El Nuevo Día se presentó la noticia como un 'asalto a la democracia' por parte de los jueces del PNP mientras que en El Vocero la visión que se llevó fue que se ha logrado una apertura democrática en el Supremo, tras 60 años de control del PPD. Otro tema es la investigación de las planillas contributivas sometidas por el presidente del PPD, Alejandro García Padilla, y la información que éste dejó de incluir. El Vocero ha seguido preguntado lo que el político no contesta pero en El Nuevo Día el tema ya no se cubre.
Pero la polarización político-ideológica en los medios no es un fenómeno exclusivo en Puerto Rico. Es algo global.
En los Estados Unidos el pueblo pasó de informarse a través de figuras como el legendario hombre ancla de CBS Walter Conkrite a un personaje como Bill O'Really en Fox News. Vemos por un lado a los republicanos que hablan de la llamada 'prensa liberal' pro presidente Barak Obama, y a los demócratas en contra de voces del Tea Party en los medios.
En España, con la elección reciente del conservador Mariano Rajoy y el Partido Popular (PP) ante el Partido Socialista (PSOE), ya se anticipan cambios en los medios. La última vez que el PP ocupó el poder en 1996 controlaba la línea editorial en Televisión Española y en El Mundo, entre otros. En la pasada campaña el PP tenía el apoyo de la cadena Antena 3 y ya los analistas de medios auguran que intentarán el control mayoritario en los medios públicos y de otros con líneas editoriales afines al PSOE como RTVE.
En Perú, durante las elecciones entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, los medios noticiosos fueron arrastrados según la bandera política de cada visión editorial, lo que afectó severamente la credibilidad de toda la prensa.
A principios de este año, en Ecuador el presidente Rafael Correa afirmó que su país vive una época de consolidación institucional de la democracia porque tiene el apoyo de más del 80 por ciento de la población.
'Los que no están de acuerdo (con el Gobierno) son los poderes fácticos, ciertos medios de comunicación y los poderes económicos. Ciertos sectores, entre ellos los medios de comunicación, nunca hablaron de polarización de la sociedad ecuatoriana cuando el país vivió momentos como la crisis bancaria de 1999 y 2000, que despojó de sus ahorros a cientos de miles de ecuatorianos', indicó Correa en entrevista con el diario El Comercio.
Y en Venezuela se vive un culto de los medios oficialistas a la figura del presidente Hugo Chávez, mientras que en los medios de la oposición lo critican y no cubren sus frecuentes viajes a otros países. A este fenómeno se añade la estrategia cuasi-militar pero exitosísima de Chávez a través de su cuenta en Twitter, @chavezcadanga, en la que no sólo da sus mensajes, sino que monitorea posibles flancos de oposición para dominarlos y usurpar esos temas como si fueran ideas propias. Pero como sucede en todos sitios, a Chávez lo crearon los medios que hoy lo critican, como Radio Caracas Televisión, que le hizo campaña. Como pasó aquí en Puerto Rico, el PNP critica a El Nuevo Día, fue el medio que apoyó en la campaña al actual gobernador Luis Fortuño.
El público tiene cada vez más opciones donde informarse, escogiendo así las fuentes que le dicen lo que quieren escuchar. Y esto aplica no sólo a los temas políticos, sino en otras áreas de la sociedad y en otros discursos, como por ejemplo el papel de comunidades vs. grandes intereses, las mujeres vs. los hombres, o los gays vs. la Iglesia.
Han sido alguna vez neutrales y objetivos los medios? Jamás. La objetividad periodística es una falacia. La subjetividad y la polarización mediática siempre han existido. Cada medio tiene una línea editorial y cada representación de la realidad pasa también por la percepción del individuo que la publica.
El medio siempre va a tener una postura, que puede ser de derecha, izquierda, neoliberal, socialista, comunista, popular, estadista, populete, izquierdosa, o como se le quiera llamar. Los medios son como son, como el mercado les dicta, y no como uno quiere que sean.
*La autora es relacionista profesional. Para más, visite 80 Grados.