La controversia generada esta semana por la presentación ante la Oficina General de Permisos (OGPE) de una solicitud de intervención por parte de un desarrollador en el proceso de permisos del nuevo hotel que Plaza Las Americas (PLA) quiere desarrollar al lado de su centro comercial va más allá de sólo ese proyecto.

Junto a su solicitud, New Century Development (NCD) tambien plantea que PLA ha cometido ‘bullying’ comercial en la forma en que ha intentado aplastar a los demás proyectos de ventas al detal, y que dicho proceder ha afectado y afectará el desarrollo económico de la Isla.

‘Nuestro interés es defender los derechos de NCD así como el interés de Puerto Rico en un sistema de competencia, leal, justa y en fiel cumplimiento de las leyes y reglamentos’, expreso Frank Trogolo, Vicepresidente de NCD. Trogolo enfatizo que en los últimos veinte años se ha comprometido el desarrollo económico de Puerto Rico a través de un monopolio de la actividad comercial en el área metropolitana, en perjuicio de los comerciantes y los consumidores.

NCD es la dessarrolladora de The Mall of San Juan, un proyecto comercial a las afueras del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín que estuvo años detenido precisamente por la oposición de PLA tanto en el foro administrativo como en un caso que llegó hasta el Tribunal Supremo y en el que NCD prevaleció.

‘El acoso (‘bullying’) comercial desplegado ha tenido como efecto, alejar la inversión de Puerto Rico, desalentar el ánimo empresarial y ha provocado la pérdida de extraordinarias oportunidades y empleos para decenas de miles de puertorriqueños’, añade una comunicación escrita de NCD a la que PLA no contestó, a pesar de solicitudes al efecto por parte de NotiCel.

Según Trogolo, PLA ha estado evadiendo la reglamentación de permisos y ambiental mediante tramitar sus proyectos de manera fragmentada, para así encubrir el verdadero impacto comercial y ambiental que tienen si se consideraran todos juntos.

Específicamente sobre el hotel y proyecto comercial que PLA desarrollaría en los antigüos terrenos de la Guardia Nacional, subraya que ‘no consideran de forma adecuada e integral los impactos ambientales del mismo, el alcance de la contaminación existente en dichos terrenos, los riesgos a la salud, ni tampoco el impacto acumulativo de los demás proyectos que se están desarrollando PLA’. Los riesgos de contaminación incluyen plomo, asbesto e hidrocarburos.

Ese proyecto consiste de dos edificios unidos por un área de estacionamiento de tres niveles, uno de los edificios es de tres plantas y 210,000 pies cuadrados, otro es de 12 plantas con un área de 278,295 pies cuadrados para un total de 488,295 pies cuadrados, y ya fue objeto del préstamo comercial más grande que ha otorgado el Banco Popular, unos $250 millones.

‘Se ha estado afectando el sano balance del desarrollo económico de Puerto Rico a través de un monopolio de la actividad comercial en el área metropolitana… se sigue manipulando el sistema, permitiendo desviaciones al cumplimiento de las disposiciones reglamentarias que entendemos ha incurrido PLA en relación con varios de sus proyectos de expansión’, agregó.