Ya paren las comparaciones. Sí, es posible que Iván Rordíguez sea el mejor receptor en la historia del béisbol. Pero eso de compararle con el gran Roberto Clemente… bueno, mejor que sea el mismo ‘Pudge’ el que lo explique: ‘No, por favor… con Clemente no hay comparación. Ni yo, ni nadie…Con Clemente no hay comparación’, expresó.

En un homenaje celebrado en el Centro de Bellas Artes de Caguas Angel O. Berríos, Rodríguez, posiblemente el mejor receptor de la historia del béisbol, se despidió hoy de su fanaticada con los Criollos de Caguas y abundó sobre su retiro de la pelota profesional.

En el ágape ofrecido a la prensa se encontraban los padres del pelotero, José Rodríguez y Eva Torres, al igual que su esposa, Patricia Gómez, y el gerente general de los Criollos, Frankie Higginbotham.

En la mesa junto al receptor estaba el alcalde William Miranda Torres, quien le entregó la llave de la Ciudad del Turabo a Rodríguez, mientras que los también recién retirados peloteros Javier Vázquez y Alex Cora dijeron presente en respaldo a su amigo. También manifestó algunas palabras el novel presidente de la Puerto Rico Baseball League, el ex fiscal Héctor Rivera Cruz, quien catalogó a Rodríguez como ‘el mejor receptor de la historia’.

Y al ser Rodríguez un jugador reconocido a nivel mundial como uno de los mejores en jugar en su posición, era inevitable que se den las comparaciones con el gran astro Clemente, cotizado por los expertos como el mejor pelotero puertorriqueño de la historia. Desde que el dirigente venezolano Ozzie Guillén dijo que para él Rodríguez era más completo que Clemente, las analogías entre ambos boricuas no han cesado. En la tarde del martes y tras reafirmar su retiro del béisbol profesional, el legendario receptor vegabajeño hizo claro su postura al respecto.

‘No hay ninguna comparación con Clemente. Para mí, Roberto Clemente es único. Lo que él ha hecho por todos nosotros hay ke agradecerlo. Él nos abrió las puertas en el béisbol de Estados Unidos… si no hubiese hecho lo que hizo, tanto en el terreno como fuera, no hubiese habido espacio para otras superestrellas boricuas’, explicó.

‘Él es el más grande de todos los tiempos y no se puede comparar a nadie con él, ni a mí ni a nadie. Yo a él lo respeto como el mejor de toda la historia’, apuntó Rodríguez.

Rodríguez entonces procedió a reiterar lo difícil que para él fue tomar la decisión de retirarse, más cuando le faltaban tan sólo 156 hits para alcanzar la mítica cifra de los 3,000ke alcanzó el mítico guardabosques carolinense.

‘Este año, yo tuve oportunidad de jugar arriba con Kansas City, que me ofrecían ‘catchar’ al menos cuatro veces a la semana. Pero ya yo estaba pensando en el retiro, especialmente luego ve haber sufrido una lastimadura que me mantuvo fuera de entrenar durante casi 11 semanas en el ‘offseason’. En los años anteriores estuve ayudando a los jugadores jóvenes en Washington y en Houston, pero ya pensaba en que quizás tenía que retirarme. Me mantenía la pasión que siento por el juego y lo de buscar los 3,00 hits. Pero, saben qué? Pensé en mi familia y en o mucho que quiero estar con mi esposa y con mis hijos y me dije: ‘Creo que ya es hora», apostilló Rodríguez.

‘Sí, me duele haberme quedado a 156 hits. Pero le doy muchas gracias a Dios y a la Virgen por haberme dado tanta salud para jugar durante tanto tiempo’, acotó.

Y ahora qué? Rodríguez ya ha dicho que quiere permanecer en el béisbol en alguna capacidad, pero, cómo? Estamos ante un futuro dirigente de Grandes Ligas?

‘Pues si lo hago, allí tengo a mi coach de banco y a mi coach de lanzadores’, sonrió Rodríguez, mientras señalaba a Cora y a Vázquez, sentados junto a la muchedumbre.

‘No, realmente no sé que vaya a hacer. Cuando el momento llegué, atenderé eso. Por ahora, todavía estoy completando mi fase de retiro’, arguyó.

‘Me retiro solamente de las líneas de cal, pero el béisbol estará dentro de mí toda la vida. Siempre me verán en los parques, pero cuando uno dice que ya es el final, es el final. Mi carrera se la dedico a Dios por la salud que me dio, así como a mi familia’, indicó Rodríguez.

En el aspecto ofensivo recibió siete Bates de Plata por su gran producción, en las que se destacan sus números globales de 572 dobletes, 51 triples y 311 batazos de vuelta completa, además de producir 1,332 carreras y anotar otras 1,354 en 2,543 juegos. Su promedio de por vida fue de .296, lo que le ubica entre los mejores con la cantidad de 10,270 apariciones al plato, que incluyen los 513 boletos gratis recibidos en el trayecto de su carrera con las novenas de Texas, Florida, Detroit, NY Yankees, Houston y Washington.

A nivel local, Rodríguez jugó por espacio de 12 temporadas en las que promedió .251, siendo su mejor año el del 2008-2009 cuando regresó al torneo invernal boricua tras una pausa por sus compromisos en los Estados Unidos. Esa campaña compiló .355 con los Criollos, aunque en los torneos de 1995-96 y 1996-97 su producción de carreras fue de 15 y 13 remolcadas, así como de 15 y 17 anotadas, respectivamente.

Rodríguez fue parte del equipo de Puerto Rico que vio acción en la primera edición del Clásico Mundial de Béisbol en el 2006, en el bateó para .238 con cinco hits en 21 turnos, entre ellos un doble y un cuadrangular, con tres anotadas en seis juegos. También representó al país en par de ediciones de la Serie del Caribe como refuerzo de las novenas campeonas del patio.

Rodríguez Torres será elegible al Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York, en la votación para la clase 2017, en la que también participará su compatriota Jorge Posada, y al cual también aspiran Edgar Martínez y Carlos Juan Delgado Hernández. Muchos analistas entienden que Iván no tendrá problema alguno para convertirse en quizás el cuarto inmortal boricua, lo que uniría sus nombre al de grandes estrellas como Roberto Clemente Walker, Orlando Manuel ‘Peruchín’ Cepeda Pennés y Roberto Alomar Velázquez.

‘Voy a esperar que ese momento llegue, y pedirle a Papa Dios y a la Virgen que sean los fanáticos y la prensa que me den la oportunidad. A mí no me gusta hablar de mí pero el tiempo dirá’, concluyó el ‘Pudge’ sobre su eventual exaltación al Salón de los Inmortales.