El tecnico de huellas dactilares de la Policía de Puerto Rico, Víctor Manuel Reyes, testificó en el caso contra Aida de los Santos Pineda que uno de los fragmentos de huellas presentes en el cuchillo con el que se presume se asesinó a Georgina Ortiz Ortiz, esposa del exjuez Irizarry Yunque, es compatible con el dedo del corazón de la mano derecha de la mucama.

El experto explicó que todas las huellas dactilares poseen unas características irrepetibles, que diferencian a una persona de otra y que para identificar una huella, se requiere que cumpla con ocho de estas particularidades.

A Víctor Manuel Reyes se le hicieron llegar dos fotografías de fragmentos de huellas del cuchillo que se halló en la escena del crimen el 17 de agosto de 2010, pero solo una servía para la identificación. Indicó que examinó las tarjetas de huellas de la occisa y de su viudo, el exjuez del Tribunal Supremo Carlos Irizarry Yunqué. Ambos fueron descartados.

‘Científicamente, 100%, esa huella pertenece a Aida de los Santos’, declaró Reyes.

A preguntas de Aarón Fernández, abogado de la defensa, el perito afirmó que sí era posible que una persona deje huellas invisibles y que luego se hagan visibles con un líquido que caiga sobre ellas. Dijo, además, que la posición en la que se encontraba la huella en la hoja del cuchillo podía ser compatible con la misma forma en que se tomaba para pelar papas.

Reyes tomó el mallete de la jueza, Elizabeth Linares, para ilustrar la forma en que se había tomado el cuchillo para dejar la huella como quedó. Mostró, entonces, que el filo de la hoja quedaba hacia afuera.

Antes de Reyes, la defensa contrainterrogó a José Antonio Figuera, exinvestigador del Instituto de Ciencias Forenses que trabajó en la escena. Este respondió a la jueza que, según observó la escena, no daba la impresión de que hubiera sido limpiada.

La vista preliminar contra Aida de los Santos Pineda continuará el jueves 1 de noviembre, fecha en la que la jueza se propone hacer su determinación sobre si hay causa para juicio.

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