La familia de la joven Edmarie Raquel Lafontaine Perez está viviendo ‘una pesadilla’ y no sale de su asombro luego que se reportara su desaparición en Fort Lauderdale, en el estado de Florida.

Manuela Perez, madre de la joven de 21 años de edad, concedió varias entrevistas a los medios locales en un intento porque el mensaje le llegue a su hija y se comunique con ella.

‘Está desaparecida no tengo noticias de ella. Tengo razones para sospechar que está siendo utilizada para human sexual traffic’, dijo Pérez en entrevista radial con WALO.

La mujer cree que su hija salió de la isla porque le vendieron un sueño, que le está costando caro.

‘Mediante engaño vendiéndole sueños porque ella tenía sueños de ser artista y pues por medio de ese engaño le logran emitir unos pasajes por medio electrónico hacia Miami y ella va allá a Miami y cuando esta allá, no sé en qué momento se envolvió que ya no la tengo, ya no me llama no me escribe’, mencionó.

Pérez indicó que se comunicó con las autoridades del Condado Dade de Miami y la Policía no quiso tomar la querella porque la joven tenía 21 años y le dijeron que eso era normal allá que la gente ‘se desaparezca, que se prostituya’.

‘Yo les dije no puede ser posible, mi hija está perdida, y me llamó diciendo que estaba temiendo por su vida y no la encuentro y ella se comunica todos los días conmigo. Ellos no le dieron importancia’, recordó.

No obstante, narró que logró comunicarse con un agente retirado del Servicio de Inmigración y Aduana Federal (ICE, en inglés) tras lo cual se activó un grupo interagencial con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la Policía del Condado de Dade que la buscaron por dos semanas y al no encontrarla la incluyeron en la lista de personas desaparecidas.

Pérez aseguró que no estaba de acuerdo con la decisión que tomó su hija. La última llamada telefónica que recibió de su hija fue el 26 de enero.

‘La sentí rara, estaba melancólica, diferente y me dijo que estaba haciendo cosas que no le gustaban pero no me dijo qué. Me dijo que tenía miedo, que tenía que esconderse, que temía por su vida y después de eso no supe más de ella. Cuando se dio cuenta de lo que estaba metida, trató de huir, pero no pudo’, sostuvo.