Luego de los casos reportados en las últimas horas en planteles de la capital, se plantea desde reforzar el rol de los padres y trabajadores sociales hasta el entrenamiento de maestros en el uso de armas.

Esta vez, el asunto parece ir en serio. Ya lo dijo el director de la superintendencia de Investigaciones Criminales del Negociado de la Policía, Roberto Rivera, luego de las supuestas amenazas de tiroteo en las escuelas superiores Juan José Osuna y University Gardens de San Juan: no eran una simple broma.

Y si la Policía se movilizó el pasado lunes por este caso, ayer volvió a activarse debido a una estudiante que fue sorprendida armada en la escuela República de Perú, ubicada en la calle Loíza de la capital.

Respecto de la amenaza de tiroteo en dos planteles de San Juan, Rivera comentó ayer que “nosotros activamos el protocolo para trabajar esto con la seriedad que ameritaba y presentaba. Nosotros no podíamos partir de la premisa de que se trataba de una broma, porque desconocemos la mentalidad del joven. Pero ya con un cuadro más claro, después de haber terminado la investigación y dejarlo en custodia de su padre, pudimos ver que en efecto no se trataba de una broma y, en efecto, dentro de la mente del joven si estaba el deseo de tirotear ambas escuelas”.

A estos dos incidentes, se suman los reportados en marzo pasado, cuando un estudiante de 13 años de la escuela Jesús Sánchez Erazo, de Bayamón, fue intervenido por fotografiarse junto con un rifle de asalto y amenazar con usarlo en el plantel.

Ese mismo día de marzo, la Policía también se movilizó por unos estudiantes de la escuela Stella Márquez de Salinas, quienes mostraron armas blancas en un video y tras lo cual fueron suspendidos.

Según dijo a la prensa el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, “son incidentes bastantes recientes los que estamos viendo, pero no es lo típico en Puerto Rico y no es algo que esté ocurriendo entre los jóvenes y en las escuelas en Puerto Rico”, pese a lo cual la agencia ha tomado medidas, como el adiestramiento para 4,135 guardias privados para afrontar a un posible tirador activo, así como la orientación sobre el mismo tema que se lleva a cabo desde agosto a cerca de 20,000 maestros que laboran en las escuelas públicas del país.

Los incidentes se repiten y, aunque espaciados en el tiempo, dan una señal de alerta, pese a que en Puerto Rico no se ha reportado un caso de un tirador activo en una escuela, a diferencia de Estados Unidos, donde según la organización Every Town entre 2013 y 2021 se produjeron 302 incidentes de homicidios y agresiones no mortales con arma de fuego en los recintos escolares con el resultado de al menos 361 víctimas: 96 muertos y 265 personas heridas de bala.

Y este año, uno de los casos más dramáticos ocurrió el 24 de mayo, cuando un hombre armado disparó y mató al menos a 21 personas (19 estudiantes de segundo a cuarto grado y dos maestros) e hirió a 17 en la escuela primaria Robb, en Uvalde, Texas.

Lejos de esas estadísticas, casos como los ocurridos en Estados Unidos y también en la Isla llevan a tomar medidas, como en la escuela vocacional Ruth Evelyn Cruz, de Cidra, donde ocurrieron dos incidentes de amenazas entre estudiantes.

Hasta el plantel llegó ayer Nazario Lugo Burgos, presidente de la Asociación de Manejadores de Emergencia y Profesionales de la Seguridad (AMEPS), quien en una charla ante 50 personas, entre funcionarios de ley y orden, docentes y empleados, dijo que “las armas no matan, matan los delincuentes”.

“Es importante llevar información a los maestros en este tipo de iniciativas porque nunca sabemos cuándo una amenaza se puede convertir en un hecho. El simulacro en situaciones de alto riesgo ayuda a los maestros a mitigar los efectos perversos de delincuentes armados en cualquier evento con un tirador activo”.

Para el experto, el entrenamiento y la preparación en el manejo de armas salvan vidas, aunque ya la Asociación de Maestros ha rechazado su uso por parte de los educadores.

Sobre la iniciativa, la agente de la Policía Nidia Ramos Martínez, adscrita al distrito de Cidra, área de Caguas, expresó que “nuestra principal motivación es educar a los profesores en el manejo de crisis y, al mismo tiempo, prevenir las desgracias. La información y el entrenamiento son lo mejor para prevenir las muertes de estudiantes y agentes de seguridad escolar".

En tanto, Mirian Rivera Mendoza, presidenta del Consejo Escolar en Cidra, manifestó que “como maestra, estoy totalmente de acuerdo con el curso de capacitación. Nosotros necesitamos adiestramiento y educación respecto al tema. No quisiera jamás sentir el dolor de padres que despidieron a sus hijos en el desayuno y que estos jamás volvieron a casa porque no supimos cómo reaccionar ante un violento armado”.

De igual manera, Luis Rosario Torres, comandante auxiliar del distrito de Cidra, afirmó que “hay un compromiso de los maestros para enfrentar a tiradores violentos. Los maestros gozan del derecho constitucional de proteger su vida con un arma. Obviamente, es importante contar con el adiestramiento adecuado. Las armas deben ser manejadas con responsabilidad”.

Mientras, sobre los últimos incidentes relacionados a esta problemática reportados en San Juan, el alcalde de la capital, Miguel Romero Lugo, contó que “a nivel municipal se recibió una llamada que alertó de una amenaza a través de unos ‘screen shot’ que una persona mostró y que aparentaba, sobre la base de la representación que se hacía en ese chat, que podía ocurrir un tiroteo en la escuela especializada University Gardens o la escuela Osuna. Inmediatamente, se avisó a la Policía estatal y a las autoridades federales, a las que le corresponde esa investigación de esos hechos”.

Destacó que cuando ocurren amenazas a escuelas también hay un rol del FBI, porque en el tema del uso de armas en escuelas hay un campo ocupado por el gobierno federal.

El primer ejecutivo de San Juan declaró que las escuelas afectadas “son especializadas en ciencias, matemáticas y tecnología; la otra también es especializada. Para mí es la primera vez que algo así como esto ocurre. Lo que espero es que se aclare. Hoy, a base de lo que sale reportado, se trata, o se aparenta o alega que las manifestaciones las hizo algún estudiante que alegó ser víctima de ‘bulling’ y eso es un tema que hay que mirar y que hay que analizar. Vamos a estar atentos y colaborando, y considerando que hay que tener el oído puesto en nuestro sistema educativo”.

En relación a preparar a los maestros o incluso armarlos, opinó que “yo creo que hay que hacer todo lo posible para que nuestras escuelas sean seguras… Pero lo que ocurre es que es un padre que ve aparentemente este chat… Es algo que se descubre dentro de un hogar. Si alguien fuese a juzgar por lo que ocurre en esas escuelas, es algo bastante atípico. Entrar de ahí a una conclusión de que es necesario personal o maestros armados, yo no creo que estemos maduros para eso”.

Añadió que “hay que entrar en otras áreas primero, como educación, los padres, quienes tienen un rol, son los custodios de los hijos, así como los maestros y los trabajadores sociales. Y todos tenemos un rol también de identificar situaciones como esta que deben atenderse, además de adiestramientos en las escuelas para poder identificar cuando un estudiante o menor de edad es víctima de algún tipo de acoso. Hay que entrar en esas etapas primero”.

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