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Desastre de Reyes

Desastre de Reyes

Pese a la nieve traída por la administración Fortuño para alegadamente darle a los niños y niñas del país la experiencia de una Navidad "tradicional", la tradicional repartición de juguetes del Día de Reyes de La Fortaleza estuvo lejos de la paz y la armonía que debían de caraterizar las festividades.

La molestia y los encontronazos reinaron debido al calor y al apiñamiento de personas en el Coliseo Roberto Clemente de Hato Rey.

La tradicional Fiesta de Reyes del Gobierno, que este año se realizó en San Juan, Yabucoa y Utuado, se caracterizó por la desesperación de las miles de personas que en la capital asistieron en busca de un regalo para los niños por la lentitud con que se movía la kilométrica fila, al menos en Hato Rey.

Luego de esperar varias horas, el ánimo de los asistentes pasó del regocijo a la molestia cuando el portón de acceso al Coliseo Roberto Clemente se abrió media hora más tarde de lo anunciado, a las 8:30 de la mañana, para las personas con necesidades especiales .

Más tarde, cuando el gobernador Luis Fortuño llegó, todo pareció detenerse.

El Mandatario recorrió el interior del recinto perseguido por periodistas, escoltas y jefes de agencias, lo que provocó que se detuviera la fila de la entrega de regalos, mientras se tomaba fotos con algunos escogidos.

Una mujer tuvo que ser sacada de la rampa en la entrada del Coliseo con ayuda de paramédicos porque el calor, los empujones y la dificultad para conseguir refrigerios, eran la orden fuera de las instalaciones.

"Aquí no hay organización, esto es peor que otros años", dijo una pareja que abandonó la fila.

La Policía y voluntarios trataban de que la fila avanzara y de calmar a los impacientes.

"Aquí hay niños, no se puede esperar tanto. Hay niños diabéticos y no podemos esperar así (bajo el sol)", dijo otra de las asistentes que llegó desde Santurce.

A pesar del llamado que hiciera el Gobierno a no pernoctar en el lugar, Teresa López y una amiga permanecieron fuera del Coliseo desde las 8:00 de la noche del 5 de enero y, según explicó, a las 4:30 de la madrugada llegaron los 27 niños del residencial Nemesio Canales para los que hacían fila.

Pasadas las 10:00 de la mañana fue cuando recibieron sus regalos y conocieron al Gobernador.

López, una enfermera desempleada del Hospital Municipal de San Juan, aseguró que "como la economía está tan mala, te juro que no tenía nada para regalarles (a sus dos hijos) y vinimos" a la actividad que catalogó como de excelente organización.

"Si la hacen aquí todos los años va a ser un éxito", afirmó.

Más tarde, Fortuño dijo a los presentes que "si el Alcalde (de San Juan) lo permite, seguiremos haciendo la Fiesta de Reyes aquí", a lo que Santini asintió de inmediato.

Mientras tanto, muchos niños disfrutaban de las casas de brinco inflables que se colocaron dentro y fuera del lugar y algunos se paraban bajo la máquina simuladora de nieve en una de las esquinas de la cancha para sentir el frío de la nevada.

La música de batucadas y artistas distraía por momentos a los visitantes que recorrían tres cuartas partes del pasillo del segundo piso del Coliseo para recoger los regalos y, algunos, llevarse la sorpresa de contar con una de las 2.500 computadoras portátiles como obsequio gubernamental.

"Es un regalo de Dios", dijo una de las niñas agraciadas al recibir el ordenador que compartirá con sus cinco hermanos en el residencial Nemesio Canales.

En la Fiesta de Reyes, que se pudo observar en la Internet y en el canal del Gobierno, Fortuño hizo entrega de 26 transportes para la Liga Atlética Policíaca.

El evento, en el que se repartieron 115.000 regalos, costó alrededor de 780.000 dólares de los que más de la mitad fue provisto por el Fideicomiso de los Niños y otra parte por la empresa privada mediante donaciones de refrigerios, juguetes y otros artículos.

Diversas agencias gubernamentales tuvieron exposiciones de sus servicios, incluyendo la Policía, que llevó hasta su helicóptero.

La molestia y los encontronazos reinaron debido al calor y al apiñamiento de personas en el Coliseo Roberto Clemente de Hato Rey.

La tradicional Fiesta de Reyes del Gobierno, que este año se realizó en San Juan, Yabucoa y Utuado, se caracterizó por la desesperación de las miles de personas que en la capital asistieron en busca de un regalo para los niños por la lentitud con que se movía la kilométrica fila, al menos en Hato Rey.

Luego de esperar varias horas, el ánimo de los asistentes pasó del regocijo a la molestia cuando el portón de acceso al Coliseo Roberto Clemente se abrió media hora más tarde de lo anunciado, a las 8:30 am, para las personas con necesidades especiales.

Más tarde, cuando el gobernador Luis Fortuño llegó, todo pareció detenerse.El Mandatario recorrió el interior del recinto perseguido por periodistas, escoltas y jefes de agencias, lo que provocó que se detuviera la fila de la entrega de regalos, mientras se tomaba fotos con algunos escogidos. Una mujer tuvo que ser sacada de la rampa en la entrada del Coliseo con ayuda de paramédicos porque el calor, los empujones y la dificultad para conseguir refrigerios, eran la orden fuera de las instalaciones.

"Aquí no hay organización, esto es peor que otros años", dijo una pareja que abandonó la fila. La Policía y voluntarios trataban de que la fila avanzara y de calmar a los impacientes.

"Aquí hay niños, no se puede esperar tanto. Hay niños diabéticos y no podemos esperar así (bajo el sol)", dijo otra de las asistentes que llegó desde Santurce.A pesar del llamado que hiciera el Gobierno a no pernoctar en el lugar, Teresa López y una amiga permanecieron fuera del Coliseo desde las 8:00 de la noche del 5 de enero y, según explicó, a las 4:30 am llegaron los 27 niños del residencial Nemesio Canales para los que hacían fila.

Pasadas las 10:00 am fue cuando recibieron sus regalos y conocieron al Gobernador. López, una enfermera desempleada del Hospital Municipal de San Juan, aseguró que "como la economía está tan mala, te juro que no tenía nada para regalarles (a sus dos hijos) y vinimos" a la actividad que catalogó como de excelente organización.

"Si la hacen aquí todos los años va a ser un éxito", afirmó.Más tarde, Fortuño dijo a los presentes que "si el Alcalde (de San Juan) lo permite, seguiremos haciendo la Fiesta de Reyes aquí", a lo que Santini asintió de inmediato.

Mientras tanto, muchos niños disfrutaban de las casas de brinco inflables que se colocaron dentro y fuera del lugar y algunos se paraban bajo la máquina simuladora de nieve en una de las esquinas de la cancha para sentir el frío de la nevada.

La música de batucadas y artistas distraía por momentos a los visitantes que recorrían tres cuartas partes del pasillo del segundo piso del Coliseo para recoger los regalos y, algunos, llevarse la sorpresa de contar con una de las 2,500 computadoras portátiles como obsequio gubernamental.

"Es un regalo de Dios", dijo una de las niñas agraciadas al recibir el ordenador que compartirá con sus cinco hermanos en el residencial Nemesio Canales. En la Fiesta de Reyes, que se pudo observar en la Internet y en el canal del Gobierno, Fortuño hizo entrega de 26 transportes para la Liga Atlética Policíaca.

El evento, en el que se repartieron 115,000 regalos, costó alrededor de $780,000. Más de la mitad del costo fue pagado con fondos del Fideicomiso de los Niños y la otra parte por la empresa privada mediante donaciones de refrigerios, juguetes y otros artículos.

El Fideicomiso es una entidad gubernamental adscrita al Banco Gubernamental de Fomento que fue creada en 1999 para administrar los dineros provenientes de las demandas contra la industria tabacalera para resarcir a Puerto Rico por los gastos para atender los problemas de salud a consecuencia del uso del cigarrillo. Los fondos inicialmente eran para para desarrollar programas dirigidos a la salud, la educación y los deportes de los niños y jóvenes, no obstante la ley orgánica de la entidad fue modificada en 2002 para incluir para incluir prácticamente cualquier según determine su Junta de Directores que está encabezada por el Gobernador.

Diversas agencias gubernamentales tuvieron exposiciones de sus servicios, incluyendo la Policía, que llevó hasta su helicóptero.