Para verano estará listo un estudio de viabilidad sobre el cual el gobierno de Puerto Rico comenzaría a pedir dinero federal para construir un cable submarino que permitiría vender energía eléctrica y agua potable a Islas Vírgenes, le dijo el secretario de Estado al semanario Caribbean Business.

"Estamos muy excitados con la posibilidad de llevar agua con la misma infraestructura que usamos para llevar energía eléctrica", indicó McClintock en la edición de esta semana de dicha publicación.

El estudio se está sufragando con una asignación que consiguió la representante de Islas Vírgenes en el Congreso y el cable submarino, que podría costar entre $70 y $90 millones, saldría de Fajardo. El proyecto sería una manera de sacarle dinero a los aproximadamente 1,000 megawatts de producción energética excedente que tiene la Autoridad de Energía Eléctrica. Este dato es uno de los que han presentado los opositores al gasoducto para demostrar que no existen las condiciones de emergencia que el Gobierno reclama para enfrascarse en dicho proyecto que, hasta ahora, no ha recibido el endoso de ninguna agencia federal.