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Familia le falló a hijos de pareja lasciva

Se suponía que los protegiera, criara y amara, pero en cambio Awilda García Rivera participó del abuso sexual contra sus seis hijos durante años. Pero no sólo García Rivera dejó sin protección a los niños. Las autoridades que recibieron denuncias sobre el patrón de maltrato al que eran sometidos los menores tampoco hicieron nada para evitarlo, según Lourdes Adorno Rios, quien en 1998 obtuvo temporeramente la custodia de la más pequeña de las niñas.

Adorno Ríos conoce de cerca el caso y narró a NotiCel su frustración de saber del acuerdo al que llegaron fiscalía y defensa con la admisión de culpabilidad de los acusados: la madre fue sentenciada a 22 años de cárcel y el padrastro, a 55.

En 1998, Adorno Ríos obtuvo la custodia de la más pequeña de las niñas bajo la Ley de Controversias y Estados Provisionales de Derecho, tras la menor enfrentar deshidratación mientras estaba junto a García Rivera en un refugio debido al huracán George.

'Lo de ayer fue tirarle un salvavidas a dos animales que se estaban ahogando', dijo Adorno Ríos refiriéndose a la condena que recibieron García Rivera y el padrastro de los niños, Santos González García, tras declararse culpables.

A su juicio, 'con los cargos que les dieron a estas personas nunca van a pagar el daño que le hicieron (a los menores)... Siento que la verdad es que no se hizo justicia, justicia había que hacer cuando se daban los informes para que esta aberración por la que pasaron los niños no se diera'. Y sentenció: 'sólo queda la justicia de Dios'.

Asimismo, catalogó como un 'calvario' lo que vivieron los tres niños y tres niñas, que tenían entre tres y nueve años cuando sufrieron los abusos del 2001 al 2004.

Adorno Ríos explicó a NotiCel que los primeros indicadores de maltrato los presentaba la niña tras las autoridades removerla de su hogar en noviembre del 1999, pero no fue hasta el 2007 que el caso llegó a la Policía. Indicó que un día la madre de la menor la llamó pidiéndole que le devolviera la niña porque estaba en riesgo de que le removieran los otros cinco menores.

La determinación de remover a la menor del hogar de Adorno Ríos estuvo a cargo de la trabajadora social del Departamento de la Familia (DF), Leticia Martínez, a quien criticó por remover a la niña de un 'hogar seguro, de paz y tranquilidad' y no 'salvó a los otros'. Alegó que Martínez 'hoy disfruta de una buena pensión'.

Recordó que una semana después de que la niña fuera removida de su hogar, fue a visitarla y se percató de que 'tenía su área privada roja'. Al llevarla al médico supo que tenía una 'infección grande en el área pélvica'. Señaló que en ese momento pensó que era negligencia y lo denunció a la trabajadora social, pero Martínez 'hizo caso omiso'. Aseguró que en una de sus visitas al hogar para ver a la niña, los otros menores le dijeron que los adultos usaban sustancias controladas en la residencia.

A pesar de sus denuncias, ni Martínez ni sus superiores 'hicieron nada' y alegó que 'no sólo en este caso, sino en otros (Martínez) metió la pata'. De hecho, en una ocasión Martínez le imputó haberse 'obsesionado con la niña'.

'Dicen que las madres tienen un sexto sentido, yo presentía que algo malo les iba a pasar (a los menores). Yo no la parí con dolores, pero como quiera es mía. Me he sentido culpable, si yo hubiera tenido la madurez y la fuerza que tengo ahora, hubiera hecho más, dejé que las palabras del juez Otero me condicionaran', dijo Adorno Ríos en referencia a que en una de las disputas por recobrar la custodia de la menor el juez a cargo le dijo que la niña 'tiene una madre, que no busque más y que podía irme a mi casa para que cuide de mis tres hijos'.

Recordó durante la entrevista con NotiCel que cuando la niña tenía 7 años, la volvió a traer al hogar pues quería adoptarla. Pero la devolvió luego de un mes porque mintió al hacer denuncias de acercamiento sexual por parte del menor de sus tres hijos, que en ese momento tenía 8 años. 'Era la niña quien ya presentaba indicios de haber perdido su inocencia', manifestó.

Destacó que no duda de la ayuda que prestaron a los menores las trabajadoras sociales que posteriormente tuvieron el caso y sostuvo que en el actual hogar sustituto en que se encuentran, 'han amado a esos niños como si fueran propios'.

Dijo esperar que, cuando los menores sean grandes, no repitan el patrón aprendido y que la ayuda psicológica y el amor que les están brindado actualmente los ayude en el proceso de sanación.

Adorno Ríos finalizó la entrevista apuntando que da a conocer la historia 'para que esto no vuelva a suceder', se sepa que 'el Departamento de la Familia fue irresponsable' y el pueblo 'pueda repudiar' estos actos.

La madre de los menores, Awilda García Rivera, se declaró culpable en los 10 cargos por actos lascivos y los 16 por maltrato de menores que pesaban en su contra, y fue condenada a 32 años de cárcel por parte de la jueza Marta María Rosario del Tribunal de Arecibo.

Su pareja, Santos González García, quien era padrastro de los menores, también se declaró culpable de 40 cargos por violación, sodomía y actos lascivos, y fue condenado a 55 años de prisión. Se alega que el hombre contagió a las tres niñas con herpes.

La pareja de Morovis ocupó hace algunos meses las primeras planas de los diarios cuando se descubrió el abuso sexual al que sometían a las tres niñas y tres niños, que hoy tienen entre 13 y 19 años. En la pesquisa se estableció que los menores eran sometidos a orgías en las que tambien participaron vecinos en más de una ocasión.

Awilda García Rivera y Santos González García cumplirán 22 y 55 años de cárcel, respectivamente.
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