El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, defendió a brazo partido el jugoso contrato de $7,000 mensuales que le concedió al amigo de Héctor Martínez y supuesto asesor Richard Roark, a quien asignó a trabajar en la Comisión de Seguridad Pública.

Rivera Schatz, quien se mostró a la defensiva y continuó sus ataques personales al periodista que hizo pública la polémica contratación, sostuvo que no tiene ningún motivo para cancelar el contrato.

‘Toda la contratación se estableció conforme a la ley y conforme a los reglamentos. El contrato original que suscribió la firma de abogados establece en una de sus claúsulas que puede ser asignado a cualquier tarea o a cualquier que se le requiera conforme al contrato, así que no lo limita a trabajar exclusivamente para ningún senador, ni para una comisión ni para una dependencia en particular. Eso lo establece el contrato original’, sostuvo Rivera Schatz en rueda de prensa.

Cuando se le preguntó que si hay alguna razón para cancelar el contrato, Rivera Schatz contestó que no.

‘Ninguna (razón para cancelarlo). Por supuesto (que el contrato va a seguir vigente) porque está todo en ley. Aquí quien mintió a sabiendas y ofreció información falsa con la intención mal sana de dañar la reputación de un puertorriqueño fue el periodista’, sostuvo.

Dijo que no va a discutir el asunto en un caucus novoprogresista como pidió el senador Larry Seilhammer.

Rechazó que Roark sea un ‘empleado fantasma’ y negó que haya estado cumpliendo una sentencia en probatoria como publicó El Nuevo Día.

No obstante, reconoció que Roark sí tuvo problemas legales.

‘Probablemente tuvo problemas legales y de hecho nosotros admitimos que pagó una multa de 25 dólares’, señaló.

Negó que la estrecha amistad de Martínez con Roark haya sido lo que motivó su contratación.

El presidente senatorial dijo que el incremento del monto del contrato es porque supuestamente le aumentaron las horas de servicio.

Supuestamente, a través de la Oficina de Servicios Legislativos (OSL) se le notificó a la Oficina del Contralor sobre la reubicación del consutor, según consta en unos correos electrónicos intercambiados por ambas oficinas, dijo el líder senatorial.

Atribuyó a un proceso burocrático en la Oficina del Contralor a que no aparrezca la enmienda sometida al contrato.

Rivera Schatz afirmó que se comunicó con la Contraloría y que alegadamente van a desmentir el informe periodístico de El Nuevo Día.