El gobernador Luis Fortuño y su séquito de comunicaciones y escoltas no permitieron que periodistas que cubrían una conferencia de prensa preguntaran sobre otros temas importantes para la opinión pública.

La situación no es nueva. El silencio y las prohibiciones imperan cuando se intenta preguntar sobre la álgida situación entre el Presidente del Senado y un diario por dar a conocer presuntas irregularidades en un contrato, la posibilidad de que se esté violando la ley de no contratación de convictos en el Gobierno o del posible desaforo del contratista.

Se quedó sobre la mesa conocer, más allá de una comunicación escrita, su parecer sobre situaciones más livianas como la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que se prevé ocurra en el mes de junio.

La convocatoria para la conferencia de prensa estipuló que 'solo se atenderán preguntas del tema', en este caso la inauguración de un cuartel de la Policía en el Centro Médico en Río Piedras, pero la función de los periodistas es preguntar de cualquier situación que afecte al País, por lo que someten los cuestionamientos y, en ocasiones, reciben respuestas.

Fortuño, durante los pasados meses, mantiene la política de no contestar o de expresarse solo, sin preguntas, de un tema no relacionado a sus conferencias de prensa. En ocasiones, igual que otros funcionarios, limita la cantidad de preguntas de otros temas, cierra el evento en medio de cuestionamientos de seguimiento o hace mutis de forma veloz con su escolta, lo que afecta el ejercicio periodístico y el derecho de los ciudadanos a contar con una información completa y balanceada. INS