Victoria's Secret se vendía en La Perla
Sin haber llegado a Plaza Las Américas, ya Victoria's Secret se vendía en La Perla, junto con Tommy Hilfiger, Lacoste, Crocs, Apple, y Timberland.
No se trata de la mercancía 'high class' que algunos de estos nombres representan, sino de las marcas que los distribuidores de drogas de la asediada barriada sanjuanera le ponían a sus productos. Claro que probablemente muchos de los que iban a comprar bolsitas marca 'Apple', tenían puestos polos Lacoste.
El detalle de las marcas es uno de los varios que se encuentran en el pliego acusatorio de 75 páginas bajo el que agentes federales arrestaron el miércoles al líder comunitario Jorge Gómez González y al presidente de la Unión de Trabajadores de los Muelles, Santiago Hernández Rosa, y otras 12 personas, así como la confiscación de 56 propiedades valoradas en al menos $20 millones.
El momento en que ocurre el operativo y los propósitos reales de las autoridades para llevarlo a cabo han sido cuestionados. Una lectura del pliego refleja algunos puntos sobre esto: la conspiración imputada abarca desde 1998, pero se reconoce que el trasiego de drogas en el lugar ocurre desde antes y que los operativos anteriores no lo han detenido; de la misma forma, uno de los puntos legales que permite la intervención federal, el que la actividad de narcotráfico ocurría a menos de 1,000 pies de una escuela, también ha existido por décadas por la ubicación de la escuela Abraham Lincoln.
Sin embargo, el entramado de narcotráfico que contiene la acusación es detallado y amplio.
Primero, están las reglas: a) no se permitía la venta de crack; b) se vendía al detal en las áreas de La Bóveda, La Placita, San Miguel, o en el Callejón de los Peluches (cerca de la entrada del barrio), pero al por mayor sólo se vendía en las casas de los líderes, o bichotes; c) sólo los nacidos en La Perla, o los que tenía permiso de los bichotes, podían vender droga allí; d) sólo los líderes tenían derecho a ser propietarios de 'marcas' de drogas para la venta; e) una línea amarilla a la entrada, en La Bóveda, marcaba el límite para vender, de la línea para afuera no se podía vender; y f) tres vigilantes con radios portátiles se encargaban de monitorear las áreas.
Se alega también que la compra de billetes premiados de la lotería, de propiedades, y la celebración de conciertos con artistas de renombre, eran algunos de los métodos de lavado de dinero, así como que había casas alquiladas en el barrio que se usaban exclusivamente para procesar la droga.
El método para disfrazar el narcotráfico, según el pliego, era la compra de mercancía a El Nuevo Grillón Cash <><><><><><><><><>& Carry en la avenida Fernández Juncos. El dueño del Grillón, y coacusado, Guillermo Rivera Oliver, personalmente entregaba la mercancía del colmado en La Perla a la coacusada Vanesa Serrano González, entre otros. En esos viajes, además de algunos víveres, Rivera recibía órdenes de droga, y entregaba narcóticos, así como el correspondiente dinero en efectivo./p
pUno de los que supuestamente recibía ganancias del narcotráfico, era el coacusado Francisco Colón Quiñones quien, como dueño de Exotic Realty Corp., compraba propiedades con ese dinero y las negociaba en alquiler. Además de las rentas, usaba el dinero para hacer préstamos, y hacía que otros compraran en su nombre, como el caso del negocio La Muralla, en Sabana Seca, Toa Baja./p
pComo resultado de estas transacciones e inversiones ocultas, el pliego incluye la confiscación de propiedades en La Perla, Cataño, Trujillo Alto, Río Piedras, y Toa Baja que aparecen formalmente a nombre de: Dayana Ramos Vega, Ana María Tafur González, Iván Miranda Ríos, Rivera Oliver, Julissa Rivera Figueroa, Colón Quiñones, Giovannie Colón Quiñones, Carlos René Serrano González, Brenda Colón Quiñonez, José Antonio Bermúdez Quiñonez, y Carmen Lydia Castro Cordero./p
pPara leer la acusación, pulse a href='http://www.scribd.com/doc/59149016' target='_blank'aquí/a./p