Una oportunidad para los que caen en las drogas
Hay jóvenes que no ven otra salida para atender sus necesidades económicas y las de sus familias que la de dedicarse, aunque sea temporalmente, a vender drogas al menudeo. De ser arrestados, podrían arruinar sus vidas para siempre con una convicción que les dañará el récord criminal y los excluirá de la posibilidad de acceder a un sinnúmero de beneficios sociales y oportunidades de empleo.
Para evitar que un desliz de juventud, o una necesidad apremiante de un padre de familia, acabe con el futuro productivo de miles de personas, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, anunció que someterá la medida legislativa 'Federal First Offender Improvement Act of 2011', que otorgaría a los jueces federales la potestad de poner en probatoria a primeros ofensores en casos de drogas que no conlleven violencia.
Con la aprobación del proyecto de la Cámara de Representantes 2567, los jueces federales tendrían la discreción de proveer el beneficio de la probatoria a los primeros ofensores que no hayan utilizado la violencia, que no sean líderes o supervisores de una organización criminal y que no hayan cometido un delito previo.
Con la medida, estos ofensores quedarían en probatoria y se someterían a programas de rehabilitación y, en el caso de superarlo, se les limpiaría el récord criminal, facilitando así su reinserción en la sociedad. Ello tambiénevitaría quela entrada en la cárcel los eternice en el mundo del crimen; la mancha en el récord criminal les impida reingresar a la sociedad productiva; y el estado gaste mucho más dinero en mantener a un convicto preso que en someter a un ofensor a un programa de rehabilitación.
La medida también aplicaría a los consumidores arrestados en posesión de pequeñas cantidades de drogas y con los mismos antecedentes.
'De nada sirve encarcelar a estas víctimas del mal de la droga, dañando irreparablemente su futuro. Lo que necesitan es tratamiento médico o conserjería sicológica y siquiátrica', dijo el Comisionado Residente. 'Se trata de sacar al mayor número de gente del mundo de la droga', añadió.
La propuesta no es nueva, explicó Pierluisi, porque en 1987 se aprobó la 'Federal First Offender Act' con el mismo objetivo, pero está limitada a menores de 21 años, edad que la nueva medida amplía indefinidamente, y apenas se ha puesto en práctica en la mayoría de los estados.
Por otro lado, en Puerto Rico existen las cortes especializadas de drogas que, como reconoció Pierluisi, han tenido un éxito extraordinario logrando la rehabilitación del 90% de los casos y sólo un 5% de reincidencias en el delito, con el sistema de probatoria y tratamiento en lugar de la encarcelación.
'En muchos casos las cortes locales están más adelantadas que las cortes federales', dijo José Vargas Vidot, director de Iniciativa Comunitaria, organización dedicada desde hace 18 años a la rehabilitación de personas que cayeron en las drogas. Vargas Vidot apoyó la medida propuesta por Pierluisi, entre otras cosas, porque en Puerto Rico, 'para lograr la convicción, en la mayor parte de los arrestos, los usuarios cargan con el delito de intención de tráfico' aunque esté claro que la droga sea para su consumo personal.
Con la medida, según el doctor Vargas Vidot, se pretende 'cerrar la puerta a la estigmatización de una población', que 'no se eternice una situación' dándole al usuario o al pequeño vendedor, que a lo mejor lo hace para 'pagarse un semestre de estudio' o para 'alimentar a su familia', una oportunidad para que 'reflexione', corrija su comportamiento y tenga una oportunidad de futuro.
A su juicio, 'es injusto' que el consumidor o el que por determinadas circunstancias comete el error de menudear con drogas no se le dé la oportunidad de rehabilitarse. Señaló que, con las convicciones y las penas de cárcel, la rehabilitación es mucho menos posible y lo más probable es que se vuelva a reincidir en el delito.
Pierluisi reconoció que con la actual mayoría republicana en la Cámara de Representantes será difícil que se apruebe su medida, pero aseguró que cuenta con el respaldo de importantes organizaciones y de una veintena de congresistas. Si no se aprueba con la configuración actual del Congreso, lo seguirá intentando y, aunque no se apruebe, 'creará conciencia'.