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Los otros muertos del 9/11

A Carmelo Pérez Alonso le faltaban tres años para retirase del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, pero a sus 47 años murió por una neumonía que provocó una hemorragia interna y una septicemia. Su hermana, Aida Pérez Alonso, aseguró que Carmelo siempre había gozado de buena salud mas al regresar de sus labores de rescate en el World Trade Center se comenzó a quejar de cansancios extremos, problemas para respirar y dolores abdominales. El bombero boricua formó parte de un grupo interagencial local, compuesto por 50 rescatistas y 3 canes, que fueron a asistir en las labores tras los ataques terroristas que hoy cumplen su 10mo aniversario.

Como él, existen un numero incierto de víctimas adicionales a las 3,000 personas que murieron como resultado de los fatídicos sucesos del 11 de septiembre de 2001, que han sido menos visibles al ojo público porque perecieron a lo largo del tiempo ya lejos de las zonas de impacto.

'En el 2006 él cayó en coma y nunca se levantó', explicó la hermana. 'El médico forense recomendó que le hiciéramos exámenes tóxicos y de metales al cuerpo. Cuando llegaron los resultados eran completamente fuera de lo normal'.

Los exámenes revelaron que Carmelo tenía niveles excesivos de los metales mercurio y antimonio en la sangre. Según estudios de la Agencia para Sustancia Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés) 'respirar altos niveles de antimonio por largo tiempo puede irritar los ojos y los pulmones y puede causar problemas en los pulmones, el corazón y el estómago', además, 'la exposición a altos niveles de mercurio metálico, inorgánico, u orgánico puede dañar en forma permanente a los riñones, el cerebro, y al feto'. En publicaciones de la Agencia también se explica que ambas sustancias pueden ser inhaladas en áreas donde hay incineraciones. La relación con lo que pasó en el World Trade Cente resulta obvia.

Documentos que recientemente han salido a la luz pública demuestran que agentes federales en Washington y en Nueva York ocultaron información para minimizar los riesgos a la salud que representaba el aire contaminado al que estaban expuestos los rescatistas y los trabajadores de la Zona Cero. Tal como lo reseña el medio de periodismo investigativo ProPublica, una auditoría de la Oficina del Inspector General revela que a pesar de que la Agencia para la Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y el Ocupational Safety <><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>& Health Administration (OSHA) prepararan un comunicado que advertía a la ciudadanía sobre los altos niveles de asbesto encontrados en la concurrida vía llamada Water Street del distrito financiero, el documento fue reescrito por Casa Blanca y los trabajadores fueron incitados a volver a sus oficinas tan pronto a href='https://www.propublica.org/documents/item/229887-ceq-foia-7-12-08-sec1'como el 17 de septiembre de 2001/a.Las a href='https://www.propublica.org/documents/item/229900-osha-foia-4-8-11-sec-1'pruebas/a realizadas al polvo de los carros y los edificios revelaron seis días más tarde que la presencia de asbestos era de un 200% a un 300% más alta que permitido por los estándares federales./pp'Acabo de recibir una prueba tomada en el WTC (en o cerca del área donde hay humo)' , le escribía en un a href='https://www.propublica.org/documents/item/229902-osha-foia-5-4-11-sec-3'correo electrónico/a, enviado en octubre un empleado de la OSHA a su jefe, John Henshaw. 'El resultado es súper alto. EPA dice que es uno de los niveles más altos que han visto', agregó./ppEl nivel de dioxina era 1,000 veces más alto que lo normal. Ese día Henshaw le pasó el mensaje a la administradora general de la oficina de OSHA en Nueva York , Patricia Clarck, pero ella contestó que OSHA no tenía estándares para la exposición a dioxina y que los niveles extremadamente altos ' bajan dramáticamente al alejarse del área donde hay humo'./ppLos ojos ciegos de las agencias tampoco prestaron atención a las a href='https://www.propublica.org/documents/item/229911-osha-foia-sec-12'órdenes constantesque el Departamento de Salud/a de la ciudad emitíapara que los rescatistas utilizaran el equipo respiratorio necesario, incluyendo una máscara especialmente ajustada que sirviera de respirador durante la limpieza. Los oficiales de OSHA a href='https://www.propublica.org/documents/item/229911-osha-foia-sec-12'respondieron/a que tomarían las órdenes como una sugerencia y que no multarían a nadie porque eso sólo atrasaría el proceso./ppUna a href='http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736%2811%2960966-5/fulltext'investigación/a publicada en elsemanario especializado en medicina The Lancet reveló que entre el 2003 y el 2009, 156 trabajadores de la Zona Cero habían muerto por complicaciones respiratorias, cardiacas y tumores cancerosos. Aunque el Congreso de los Estados Unidos aprobara $4,300 millones para la compensación de trabajadores que se enfermaron por la exposición a químicos en la Zona Cero, la viuda de Pérez Alonso no ha recibido ni un centavo./pp'Nosotros lo que buscamos es que sea obligatorio que todos aquellos rescatistas que trabajaron en el desastre se hagan una prueba toxicológica de cabello porque muchos pueden estar enfermos y no saberlo', concluyó la hermana del bombero cagueño./p