A De Castro no lo dejan representarse por la hija y la ex
En una orden en la que decide apartarse de los precedentes, el juez Enrique Silva determinó que el convicto exsenador Jorge de Castro Font no puede autorepresentarse en su juicio criminal por evasión contributiva porque la presencia de su exesposa como coacusada y la de su hija como potencial testigo serían mucho estrés mental para él.
La orden es el más reciente desarrollo en el procesamiento de De Castro a nivel local por corrupción y evasión contributiva, que se ha tornado caótico desde que la jueza, Isabel Llompart, determinó descalificar al anterior abogado de De Castro, Manuel Suárez.
A éste lo sustituyó por designación de la jueza el exjuez Heriberto Sepúlveda. Pero ni Sepúlveda quiere estar en el caso, ni De Castro quiere que Sepúlveda lo represente. A pesar de que ni abogado ni cliente quieren seguir con la representación, el juez Silva ha determinado que los dos tienen que quedarse el uno con el otro, y ha ordenado el inicio de la vista preliminar esta tarde.
A esto se suman los argumentos de De Castro, que el juez no ha escuchado, ni tampoco el Tribunal de Apelaciones, de que continuar con los procesos representa una violación a sus derechos constitucionales de no ser procesado dos veces por el mismo delito, y a no ser procesado con prueba que él entregó voluntariamente.
Esto, basándose en que el caso del Fiscal Especial Independiente está construido con prueba que él entregó voluntariamente en entrevistas con dos fiscales del Departamento de Justicia en 2008, y en que tiene un acuerdo de inmunidad federal como testigo cooperador.
En su orden, el juez Silva encuadra el caso en los precedentes del Tribunal Supremo de que la autorepresentación hay que mirarla a través de los criterios de calidad de la representación, demora de los procesos, y complejidad del caso; pero entonces, dice que en este caso hay circunstancias que no permiten aplicar el precedente. Para el juez, las circunstancias son la presencia de la hija, Andrea de Castro, y de la exesposa, coacusada Lisandra Delgado, así como las limitaciones que tiene como preso federal.
'El tribunal entiende que es obvio que la presencia de esta coimputada en particular, con el historial reciente entre ambos, añade sobre el imputado una carga emocional a lo que ya es, a todas luces, un caso complejo desde sus inicios', dijo el juez en la orden del viernes pasado.
En cuanto a la permanencia del ex juez Sepúlveda, la favorece porque, como exjuez, 'éste puede fácilmente evaluar el caso no sólo como ciudadano y abogado criminalista, sino también desde la perspectiva judicial y administrativa que enfrentan los jueces que al presente atienden los casos de esta naturaleza'.
Los argumentos del juez SIlva se dan a pesar de que el propio Sepúlveda no ha tenido acceso a toda la prueba del caso y no estaría listo para enfrentar la vista preliminar.
'Aún bajo la premisa que la solicitud de autorepresentación del imputado (De Castro) fuese voluntaria e inteligente, las razones que hemos expuesto tienen más peso que la posible voluntariedad e inteligencia del imputado', concluye.