'Exdoncella' Mita alega fue víctima de una secta
Para Iris Nereida Oquendo Santos sería mejor olvidar los momentos que tuvo que pasar mientras vivió dentro de la Casa de Damas de la Congregación Mita, donde entró con 18 años de edad.
Oquendo Santos, quién hoy tiene 42 años, narró a NotiCel que desde que tenía 10 años sus padres se unieron a la Congregación Mita al enfrentar una crisis familiar y estar al punto de un divorcio. En ese entonces, fue criada y formada bajo las doctrinas de los Mitas. Asegura que: 'la Iglesia te segrega del mundo y te hacer ser vulnerable al mundo'.
A sus 18 años, solicitó admisión para entrar a la Universidad de Puerto Rico donde se inclinaba a estudiar contabilidad. Sin embargo, Teófilo Vargas Seín, mejor conocido como Aarón y líder mundial de la Congregación Mita, le indicó que debía cancelar su solicitud de entrada a la Universidad e integrarse al Ministerio.
'En cierta manera sí quería ir al Ministerio, pero también quería estudiar', determinó.
Tras recibir su unción en julio del 1987, meses después, Aarón la mandó a llamar para que se fuera a acompañar a una 'obrera' o feligresa en Morovis de lunes a viernes y que los fines de semana se quedará en la 'Casita' o aposento de algunas feligresas ubicado en la calle Duarte en Hato Rey. Un día sus padres fueron a buscarla a Hato Rey proponiendo que mientras estuviera haciendo el Ministerio continuara viviendo con ellos en Dorado, pero Aarón rehusó.
Fue así como empezó a ser parte del grupo llamado 'Las doncellas' que vivían en la misma casa de Aarón. Estando allí se dio cuenta de una realidad que pasaba tras bastidores de los demás miembros de la Congregación. Por ejemplo, 'vi como las hermanas les desvestía (Aarón) la parte de arriba y les aseaba la parte arriba pasándole toallas húmedas y talco'. Y reconoció que su primera reacción fue sentir 'temor'.
En ese entonces Aarón comenzó sus acercamientos para con ella, pero Oquendo Santos no los tomaba a mal. Al principio 'me pasaba la mano por la espalda, o ponía su mano en mi cintura', pero ésta lo interpretaba como que era parte de la confianza porque ahora vivían juntos.
Un día, mientras estaba con otras feligresas en la Oficina de la Casita, observó como 'Aarón abrió los brazos y todas las obreras se acercaron y comienzan a acariciarlo y besarlo'.
'Veo eso, me escurro y me salgo, cuando voy a cerrar la puerta tengo la mirada de Aarón encima de mí', continuó.
Días después Aarón le pidió a Rosinín Rodríguez, presidenta de la Corporación Los Hermanos y vicepresidenta de la Congregación Mita, que hablara con Oquendo Santos. Cuando Rodríguez le cuestionó, ella le contó lo que había presenciado.
Al NotiCel indagar cuál fue la respuesta de Rodríguez, Oquendo Santos respondió que 'le tengo dicho Aarón que no lo puede hacer frente a todo el mundo'. Y acto seguido le manifestó a Oquendo Santos que tenía que tener claro que debía de respetar las reglas de confidencialidad y privacidad que regían dentro de la Casa.
Al mismo tiempo, Rodríguez le señaló que 'Aarón es nuestro padre, hermano, amigo y esposo. Todo lo que hace, lo hace bien'. Así que valiéndose de manipulaciones psicológicas le advirtió que no se lo dijera a sus padres porque iba haber consecuencias dentro de su núcleo familiar.
'Lo primero que él vio fue una buena alternativa de obrera para enviarme a otros países a predicar', dijo Oquendo Santos cuando NotiCel indagó sobre si se sintió observada como mujer cuando Aarón le indicó que estaba lista para entrar en el Magisterio.
Pero luego del incidente, Aarón comenzó a acecharla.
'Entraba a mi cuarto sin avisar, me tocaba los senos y las partes privadas, me decía que me acostara, me ponía mi mano en sus genitales', rememoró con dificultad. Aunque, abundó que en un ocasión 'intentó con ropa penetrarme con sus dedos', aclaró que 'yo no fui violada'. Y reiteró que 'no eran incidentes que ocurrieran todos los días'.
Cuando presentó su inquietud a otras feligresas, estas le decían que 'Dios (refiriéndose a Aarón) en la carne no te tocaba, eso era algo espiritual'.
A raíz de estos acercamientos sexuales, Oquendo Santos comenzó a cambiar su personalidad.
De igual forma, expuso que 'estaba retraída, siempre estaba con dolor de cabeza'. Al mismo tiempo, empezó a evitar estar a solas con él.
A pesar de su incomodidad , no fue hasta cumplir sus 27 años que decidió dejar de vivir en la Casa y regresó a la residencia de sus padres en Dorado.
Pese a lo que había vivido, trabajó como voluntaria en la Oficina de Orientación y Asistencia Social de la Congregación y luego fue recepcionista y posteriormente secretaria de Rodríguez. En ese tiempo pudo evidenciar como en vez de ayudar a los feligreses que iban con una necesidad se les 'carpetaba' en dicha Oficina.
En el 2004, pese a que Aarón prohibió a los feligreses ver una entrevista que concedió Samuel Beníquez, quién alega ser hijo del líder Mita y que el Tribunal Supremo falló a su favor recientemente para obligar a su presunto padre hacerse una prueba de paternidad, a un canal televisivo, Oquendo Santos la vio. Tras esa entrevista, le contó a su hermana menor lo que había vivido dentro de la Casa y esta a su vez se lo narró a su madre.
En ese momento, decidieron salirse de la Congregación, aunque dejaron a su sobrina matriculada en el Colegio Mita. No obstante, al poco tiempo tuvieron que remover a la sobrina del Colegio porque 'los compañeros y las maestras le decían cosas, la maltrataron psicológicamente'. Oquendo Santos tuvo que buscar ayuda psicológica.
Igualmente, entre el 2005 y 2006 acudió a la Comisión para los Asuntos de la Mujer, en la que le dijeron que 'me dedicara a seguir viviendo mi vida y pasar la página'. A su vez indicó que cuando buscó auxilio en el Municipio de San Juan se burlaron de ella.
Hoy Oquendo Santos reflexiona que la Congregación más que una iglesia 'es una secta destructiva por el poder económico y político que tiene'. Estando dentro de la Congregación no solo presenció maltrato hacía los niños y personas de edad avanzada, sino también explotación laboral, lavado de dinero, apropiación ilegal, entre otros.
Entretanto, tronó contra la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes por la determinación de desestimación que tomaron con relación a la querella que presentó junto a otros 10 ex miembros de la Congregación en contra del legislador Luis Raúl Torres, a quién le imputan haberlos difamado, y en la que también presentaron declaraciones juradas de los distintos abusos que sufren a diario los miembros de esta organización. Reclamó que lo mínimo que puede hacer el Gobierno es investigar a la Congregación Mita.
La polémica con Torres surge porque en el marco del caso por violencia doméstica que le imputaban al ex representante Luis Farinacci
salió a relucir que este también había tenido una situación similar en el 1993. En su defensa, Torres dijo que estaba rehabilitado y arrepentido por lo que había pasado hacía varios años. En
eso, Aníbal Cardona, un ex miembro de la Congregación, denunció que en el 1995 en una Vigilia, Torres lo atacó físicamente, al igual que a otros feligreses entre los que había mujeres y personas de edad avanzada. La situación subió de color porque
Torres negó las imputacionesy los ex feligreses alegaron que éste los difamó por lo que radicaron una querella en la Comisión de Ética de dicho cuerpo legislativo. Al momento, la Comisión hizo un
referido al Departamento de Justicia que ha quedado en nada.Para ver testimonio que hizo Oquendo Santos en una Iglesia en Dorado, pulse el siguiente