GN modificó protocolo tras tragedia del helicóptero
La Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR) descartó aplicar medidas disciplinarias a raíz del accidente que cobró la vida de seis personas cuando se estrelló uno de sus helicópteros en el mar frente a Río Grande, el 20 de diciembre de 2010.
La única medida permanente que se tomó tras la investigación de la tragedia fue agregar un apartado nuevo en la hoja de análisis de riesgo que se prepara previo a cada misión, para confirmar que el piloto cumpla con el protocolo de vuelo.
'No hubo medida disciplinaria porque el factor principal (del accidente) fue la desorientación (de los dos pilotos abordo)', indicó el mayor general Antonio J. Vicens, ayudante general de la GNPR, en una entrevista en la que el Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico (CPIPR) revisitó las circunstancias del fatídico vuelo.
'Todo indica que ellos volaron directamente al mar. Eso indica que fue desorientación', reiteró Vicens, a su estilo – como general al fin de una fuerza castrense – directo y sin adornos.
UH72A Lakota
'Nosotros no tenemos nada que esconder, pero hay cosas que no podemos hablar', fue su categórica frase de cierre de la entrevista, retomando el estilo militar tras haber hablado más cándidamente. Tomada esta frase fuera de contexto podría avivar más especulaciones sobre el accidente, pero entraña una explicación y demuestra algo de la rusticidad del general.
Es evidente que Vicens no es tan cauteloso como otras figuras públicas acostumbradas al contacto frecuente con los medios noticiosos, pero ello no quiere decir que no sepa lo que está haciendo.
Luego de los saludos acostumbrados, Vicens llegó a su primer encuentro con el CPIPR como militar de alto rango y fiel soldado del Ejército, dejando tajantemente claras las instrucciones que recibió originalmente cuando se le informaron los hallazgos de la investigación de la tragedia que hizo el organismo militar competente y cuya presentación la publicó el Centro.
Serio y categórico, dijo que el documento era 'confidencial y privado' y 'es ilegal distribuir el informe'. Con esta expresión, el Ayudante General de la GNPR confirmó la autenticidad del documento publicado por el CPI.
'Nos dijeron, la gente del CRC (US Army Combat Readiness Center), que no podemos hablar', señaló, aclarando punto seguido que él tiene 'dos sombreros'; el federal y el estatal, al cual fue nombrado por el gobernador Luis Fortuño, pero que está supeditado al anterior, del Ejército.
Aunque no quiso hablar del documento en cuestión, el CPIPR reportó que el Safety Center lo usó para explicar sus hallazgos a un selecto grupo de altos oficiales aquí. El mismo concluyó que el piloto violó una regulación del Ejército que le impedía comandar esa nave porque llevaba más de 60 días desde la última vez que lo hizo y sus superiores lo debieron haber sabido, aparte de que realizaron de forma 'inadecuada la planificación pre-misión y el manejo de riesgo'.
Aunque Vicens dejó meridianamente claro que no hablaría de los hallazgos del Safety Center, sí habló de la investigación que hizo de forma paralela la GNPR, bajo el mando del teniente coronel Francisco Berríos. Apuntó que ambos grupos llegaron a las mismas conclusiones.
El General expresó que desearía que las heridas de las familias de las víctimas del helicóptero UH-72A se cerraran, pero el tema del desastre sigue vivo en parte porque familiares de los dos fiscales que murieron junto a los efectivos militares a bordo informaron al Departamento de Justicia de Puerto Rico su intención de demandar. La demanda, hasta donde pudo conocer el CPI, todavía no se ha radicado.
Las familias de los cuatro militares recibieron las compensaciones que les correspondían por la muerte de sus seres queridos y todavía continúan recibiendo apoyo mensual de la Guardia Nacional, confirmó Vicens. Las de los fiscales, por ser civiles, no tenían derecho a la misma compensación de la GNPR.
El helicóptero se estrelló temprano en la noche del 20 de diciembre cuando iniciaban una misión de apoyo a un operativo anti narcóticos de Justicia en Vieques.
El US Army Combat Readiness/Safety Center, con sede en Fort Rucker, Alabama, es el principal organismo responsable de la seguridad del Ejército, así como de la recopilación, análisis y comunicaciones para la protección de sus recursos de combate.
El Safety Center concluyó que la principal causa del accidente fue 'error humano' cuando se desorientó el piloto mientras hacía un viraje a la izquierda, sobre el mar, llevando gafas para visión nocturna. Dicho equipo podría ser la explicación de la tragedia, pero no hay forma de confirmarlo porque no se encontró falla alguna con el helicóptero ni el equipo que llevaban.
Vicens entiende que nunca se sabrá con certeza qué pasó esa noche porque, con la información disponible, es imposible saber por qué el piloto viró hacia la izquierda y el porqué de su desorientación, aunque existen teorías y especulaciones sobre eso.
Nada en las piezas recuperadas indicó falla previo al accidente, pero los visores o gafas para visión nocturna tienen la peculiaridad de que se apagan por segundos si se prende una luz, dejando ciega o en oscuridad total a la persona que los tenga puestos.
Una de las teorías es que, como era un día lluvioso y había celdas de nubes con tormenta eléctrica, pudo haber ocurrido un rayo o relámpago que cegara temporalmente a los dos pilotos a bordo, creyendo que navegaban bien por el aire cuando en efecto se estaban precipitando al mar.
Vicens dijo que no se puede confirmar si las gafas se apagaron, pero sería su operación normal y todo el personal militar lo sabe.