Psicólogos contra acoso a estudiantes homosexuales
La Asociación de Psicología de Puerto Rico censura las más recientes denuncias de discrimen contra jóvenes estudiantes por su orientación sexual, en la Escuela Superior Padre Aníbal Reyes Belén de Hatillo.
La organización profesional ha establecido que la salud integral es un derecho indispensable para ejercicio de otros derechos humanos. Sin embargo, este derecho a la salud y el bienestar puede ser afectado por otros factores sociales, entre estos, la intimidación en la escuela.
'Dentro del escenario educativo, muchos estudiantes son acosados y hostigados por no actuar o vestirse como la sociedad lo establece para niños o niñas, sencillamente por no ser parte del grupo', se señaló por escrito.
Los psicólogos agrupados coinciden en que los crímenes de odio y el acoso, o el 'bullying', que en el caso de los adolescentes de la escuela en Hatillo es, supuestamente, perpetrado por la propia directora, 'son el ejemplo más terrible de lo que puede provocar la discriminación abierta y la exclusión social legitimada por el Estado en el caso de las personas que son y que se vinculan de forma diferente'.
'Los discursos de homofobia en los medios de comunicación, en particular los hechos por líderes educativos, políticos y religiosos en Puerto Rico, son discursos que pueden utilizar los perpetradores de estos crímenes para justificar sus acciones', se añade.
La Asociación de Psicología de Puerto Rico manifestó que aunque existen políticas que reglamentan las prácticas dentro del sistema de educación, se desconoce cómo estas son implementadas por los líderes educativos en las escuelas.
Además, no existe evidencia que demuestre que esta política pública se cumple en todos los planteles escolares del País.
Si estos códigos de tolerancia y respeto que ha establecido la agencia y que deben ser el marco por el que se rige una sociedad no se hacen cumplir, las consecuencias contra los jóvenes víctimas pueden ser devastadoras.
Como apunta el trabajador social, licenciado Pedro Rodríguez Amaro, en su carácter personal, este tipo de acoso que se ha denunciado en Hatillo es mucho más frecuente de lo que se conoce y lo peligroso del caso es que 'las marcas del discrimen por orientación sexual duran toda la vida'.
'Es algo común, lamentablemente, que por una conducta femenina presente en un varón o por una conducta masculina presente en una fémina, comienzan a observarse manifestaciones de rechazo. Comienzan los compañeros a decirle desde pato, maricón, nena o bucha, en el caso de las niñas, y pueden continuar por escupirlos. Pero desde ahí, cuando comienzan a ponerse nombres despectivos, comienza el discrimen'.
Entonces, hay una persona, una víctima, que está siendo bombardeada simplemente por ser y, para esta, 'lo peor que puede ocurrir es que se suicide, y ha pasado en Estados Unidos'.
Asimismo, 'hasta cierto punto la escuela es un lugar donde se supone que tú estés seguro, que se fomente una cultura de paz, de inclusión, de tolerancia, y de justicia social. Si la persona llamada a llevar ese mensaje en un plantel escolar, que es el maestro, el director, el trabajador social, son los que permiten esa conducta discriminatoria, el joven puede perder la esperanza, el interés en un lugar donde está la mayor parte del día, y no le va a tener respeto'.
Por eso, el llamado, insiste, es a la inclusión.
Desde la primera denuncia publicada por NotiCel, diversas organizaciones, incluyendo el Partido Independentista Puertorriqueño, han salido en defensa de estos jóvenes rechazando el discrimen en todas sus manifestaciones.
En el caso de la Asociación de Psicólogos de Puerto Rico, se ha hecho una exhortación pública al Departamento de Educación a trabajar de manera concertada para prevenir el acoso escolar, y atenderlo desde una perspectiva holística, más allá del actual marco punitivo.