Tras una larga jornada, los restos del Cardenal Luis Aponte Martínez fueron depositados cerca de las 5:15 de la tarde del lunes en un nicho ubicado en la capilla del Divino Niño en la Catedral de San Juan, tal y como fue su deseo.

Aponte Martínez falleció el martes de la pasada semana después de haber estado hospitalizado por más de un mes por varias complicaciones de salud. Tenía 89 años. Al día siguiente de su deceso, comenzaron las exequias por los pueblos de Lajas, San Germán, Ponce y San Juan.

El gobernador, Luis Fortuño, presente en la ceremonia, recordó al cardenal y lamentó su fallecimiento.

‘La sencillez en su proceder y mensajes lo que en gran medida hacia del Cardenal fuera una persona especial’, señaló Fortuño.

De otra parte, participaron figuras políticas como el candidato popular a la gobernación, Alejandro García Padilla, el candidato a comisionado residente, Rafael Cox Alomar, así como el senador y la representante Eduardo Bhatia y Carmen Yulín Cruz, respectivamente.

También, estuvo la exgobernadora, Sila María Calderón y otras personalidades del país.

La misa exequial del lunes fue presidida por el Eminentísimo Cardenal Carlos Amigo, arzobispo Emérito de Sevilla, España, y concelebrada por los Obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña y el Delegado Apostólico para Puerto Rico.

En un apretado intento por resumir la vida de su colega y amigo, el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, describió a Aponte Martínez como ‘un sacerdote celoso en su ministerio pastoral’ que aun en los momentos más difíciles tenía una sonrisa en los labios.

El Cardenal Amigo también resaltó el profundo amor de Aponte Martínez hacía su familia, su pueblo y a Puerto Rico, porque la isla no había sido meramente el lugar en donde nació, sino ‘la vida que vivía en él’.

La guardia de honor estuvo encabezada por el obispo de Caguas, Monseñor Rubén González, quien además de pedir por ‘el descanso eterno del alma’ del ‘Cardenal jíbaro’, entonó un cántico.

El Cardenal Aponte Martínez fue sepultado en la Catedral de San Juan luego de la ceremonia.