Un grupo de niños de Educación Especial llegó hoy junto con sus padres a la Funeraria Viner, en Bayamón, para hacerle guardia de honor a quien fue por años defensor de sus derechos en los tribunales del País, el abogado Juan Santiago, quien falleció en la madrugada de ayer.

Santiago, líder del caso de Vélez vs. el Departamento de Educación, se apuntó varias victorias en favor de una población altamente marginada y desatendida. Y es que como lo describió su amigo, el también abogado Rafael Rodríguez, ‘él no era abogado de nadie que tuviera un gran poder económico, él decía que él era abogado de deudores, acusados de a quienes les querían quitar las casas…’

Por eso, señaló Rodríguez, tenía una capacidad casi incomparable de inventar teorías de defensa y siempre encontrar una solución en favor de los más desprotegidos ‘porque el derecho está a favor del que tiene poder’.

Ese caso, según lo relató el amigo, significó que Santiago se viviera cada alegría de cada niño, de cada padre. Lamentó, sin embargo, que el gobierno aún no haya cumplido, e incluso esté tratando de atrasar muchos de los acuerdos que se lograron.

Por otra parte, en el caso de las carpetas que ilegalmente se crearon de ciudadanos independentistas, Santiago tuvo a su cargo una argumentación en el Tribunal Supremo que permitió la divulgación de los nombres de los agentes que habían investigado a estas personas.

‘Él les expresó a los jueces de una manera extraordinaria por qué era importante que el País se reconciliara, que no podía el Tribunal permitir que se ocultara a las personas que habían incurrido en esa práctica, desde los oficiales más altos hasta los que habían hecho el trabajo de base. Cuando salió a la luz esa información, la gente entendió que sus vecinos, sus amigos, a veces personas bien cercanas habían participado de esa práctica. Era importante que eso pasara para evitar, por lo menos, para que no volviera a ocurrir’.

Además, también hizo suya la lucha por la excarcelación del prisionero político Oscar López Rivera y antes, la de la salida de la Marina de Vieques, la defensa de estudiantes huelguistas de la Universidad de Puerto Rico y el reconocimiento de la ciudadanía puertorriqueña.

El féretro donde descansa el cuerpo de Juan Santiago fue arropado por una bandera de Puerto Rico, pues ‘él siempre fue luchador de la independencia, pero de una independencia con justicia social’, recordó Rodríguez. Además, en la capilla, se ubicaron tres recortes de periódico en los que se reseñaban victorias que se habían conseguido en favor de los niños de Educación Especial.

Decenas de abogados, desde los de mayor experiencia hasta los más jóvenes, también llegaron hasta la funeraria para lamentar la muerte del letrado, una que consideraban le había llegado muy pronto. Según explicó el amigo, Santiago llevaba 27 días batallando contra una infección en el Hospital San Pablo, en Bayamón. Tenía 54 años.

El aspirante a la Cámara de Representantes por el Partido Independentista Puertorriqueño, Dennis Márquez, fue otro que fue a despedir a quien consideró su amigo, socio y maestro.

El cuerpo de Juan Santiago, a quien le sobreviven hermanos y sobrinos, seguirá expuesto en la Funeraria Viner. Mañana, será llevado al Colegio de Abogados, de 9:00 a 1:00 p.m. y, a las 2:30 p.m. será enterrado en el cementerio Los Cipreses de Bayamón.