Mientras la familia y amigos de Carmen Paredes la despedían en una misa en la iglesia San Juan Evangelista, la Policía prosiguió esta tarde con interrogatorios a vecinos y personas que residen cerca de la Urbanización Tierra Alta III, donde ubica la residencia en la que la mujer fue asesinada. (Fotos por Valeria Collazo para NotiCel)

Las personas presentes en la misa, y que NotiCel pudo entrevistar, coincidieron en señalar que el viudo, y única ‘persona de interés’ en la investigación policial, Pablo J. Casellas Toro, de manera notable abrazó en varias ocasiones a la madre de la difunta, Aracelis Cintrón.

‘Me dijeron que la mamá se desmayó en dos ocasiones. Pablo estaba abrazando a la madre de Carmen. Había mucha gente llorando’, dijo a la salida Alex Rodríguez, periodista amigo del juez federal ‘senior’ Salvador Casellas, padre del viudo.

Pablo Casellas, al centro.

Como parte de la ceremonia, las hijas del matrimonio Casellas-Paredes, Carolina y María José, leyeron una carta en la que contaban anécdotas recientes de su mamá. Algunos de los asistentes expresaron su disgusto con la presencia de los medios de comunicación, y a su salida del santo recinto en el sector Torrimar de Guaynabo, gritaron palabras soeces y mostraron el dedo del corazón.

El féretro de Paredes fue llevado al cementerio La Piedad en Cupey. Durante el entierro, el viudo realizó una oración en honor al espíritu de la que fuera su esposa. Sin embargo, el consuegro del juez Casellas, Miguel Lausell, indicó que las palabras de duelo estuvieron a cargo de Joseph Paredes, hermano de la difunta, y de Salvador Casellas, hijo, hermano del viudo.

Salvador Casellas, hijo, de espaldas, en el cementerio.

En medio de un copioso aguacero se escuchó a la soprano Cinthia Soto entonar una canción. Al igual que en el día de ayer, Laussell fue el único relacionado con la familia que ofreció detalles de la ceremonia. A la salida, éste señaló que ‘esto es algo que nos quita vida…pero ya ella está descansando’. El abogado indicó que en la despedida se habló de lo alegre, lo generosa y lo buena madre que era Paredes, sin embargo, cuando se le cuestionó si entre los presentes se habla del esclarecimiento del crimen, Laussell se negó a hacer más comentarios.

La pesquisa policial puede que no se mencione en el interior de la familia Casellas-Paredes, pero los recordatorios de que la misma prosigue son constantes. En las mismas afueras del cementerio, desde una guagua marca Rodeo vino y gris se escuchó a una persona gritar ‘asesino’.

Más temprano, la residencia de la familia Casellas-Paredes estaba vacía durante la mañana y aunque había trascendido que agentes federales iban a recrear la escena, en la tarde todavía no había llegado nadie. El vecino de al frente, quien declinó identificarse, reaccionó a la presencia de NotiCel diciendo que ‘están atropellando a alguien que acaba de perder a su esposa. Él era muy cercano a mi y lo están atropellando’.

Otros de los residentes de la urbanización Tierra Alta III dijeron no sentirse temerosos de posibles escalamientos y describieron el lugar como uno tranquilo.

Aunque en la mañana los empleados de la funeraria Puerto Rico Memorial aseguraban que el féretro de Paredes había sido removido en la madrugada, el mismo fue luego montado en un carro fúnebre sin ningún familiar presente.

*Actualizado. Publicado originalmente a las 3:56 pm.