La presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), Aida Díaz, censuró la falta de transparencia e irregularidades en el proceso de evaluación y compra de libros que hace el Departamento de Educación (DE) para el beneficio exclusivo de las Escuelas del Siglo 21.

La líder magisterial reaccionó a la información que NotiCel publicó esta semana y urgió al DE a explicar por qué el proceso ha estado bajo un manto de confidencialidad, aún cuando la propia agencia, a través de su Sub Secretaria para Asuntos Académicos, Grisel Muñoz, admitió que los textos serán costeados en su totalidad con fondos estatales.

‘Ese (proceso) debía ser un proceso totalmente transparente, debería estar abierto, es más, todo el que quiera ir a ver el proceso de cómo se evalúan los libros, qué criterios se utilizan, eso debe estar abierto al público en algún momento en algún momento dado. Si quieren mantener la confidencialidad de la decisión que tomaron los evaluadores, eso es distinto. Pero esto implica un proceso del dinero que va para nuestros niños y debe estar abierto al público para que uno pueda ver cómo ocurrió, que sea totalmente transparente’, dijo Díaz en entrevista telefónica.

Sus expresiones se dieron teniendo ella constancia de que este medio digital fue sacado por la seguridad del DE el pasado martes mientras se indagaba sobre el proceso de evaluación de textos en la Sala de Secretarios localizada en la sede de la agencia en Hato Rey.

De igual forma, Díaz censuró el hecho de que la directora de área de Español en el DE, Nannette Portalatín Rivera, haya endosado la práctica de evaluación a prisa o ‘fast track’ de libros que serán utilizados en el nivel intermedio dentro de su disciplina académica.

‘Es lamentable que se esté dando de esta manera, es imposible que un libro se pueda evaluar en ocho horas con toda la rigurosidad que amerita la evaluación de ese libro, cumpliendo con lo se requiere; si está alineado a los estándares, si se puede entender, si tiene el contenido correcto, si tiene la redacción correcta, así que es imposible’, reflexionó Díaz.

También reaccionó al hecho de que el proceso de convocatoria haya violentado varios incisos de las ‘Directrices a seguir para la solicitud de autorización de compra o reposición de libros y otros materiales didácticos’.

Incluso, Díaz sugirió que lo apresurado del proceso levanta sospechas y sugiere que se están favoreciendo unas casas editoras por encima de otras.

‘El problema es que las casas editoras no tenían el tiempo suficiente para hacer una convocatoria. Una casa editora seria que se respete, es imposible cumplir con lo que allí se pide’, acotó Díaz.

‘Limita la participación de las casas editoras y lo que a mí me preocupa de esto es que yo veo nombres y vuelven a aparecer Pearson, Houghton Mifflin, Panamericana que tienen unos contratos multimillonarios con Educación. Yo creo que se tiene que hacer una evaluación de todos los contratos que tienen estas compañías con Educación. No es solamente en libros, es en adiestramiento de maestros, es en otros programas que he visto tienen contratos con Educación’, añadió la líder del gremio.

Finalmente, criticó que la compra sólo se vaya a hacer en las Escuelas del Siglo 21 y no en el resto de las más de 1,300 escuelas que no están bajo este novel programa impulsado por la administración del gobernador Luis Fortuño.

Díaz, además, cuestionó que por grado y materia se comprarán sólo 30 libros, aún cuando el número de estudiantes por grado será mucho mayor a esta cantidad.

‘Solamente se van a comprar para las escuelas del siglo XXI, dónde queda el resto de la población estudiantil del país? O es que había que gastar dinero y se distribuyó de esa manera?’, cuestionó.

‘Es lamentable que esté ocurriendo una cosa como ésta. Se le da un privilegio a unos grupos mientras otras se quedan en rezago. Entonces no es un privilegio realmente porque si son 30 libros y son para usarse sólo en el salón de clases, vamos a ver a los maestros usar de su propio bolsillo para reproducir parte del libro, para que los niños puedan tener con que estudiar en sus casas’, sentenció Díaz.