La industria de peleas de gallos en Puerto Rico se encuentra en un tranque en terminos de sus reglas sobre el uso de los gallos con cresta pava, que levanta dudas sobre el manejo del deporte por parte del Departamento de Recreación y Deportes (DRD).

En un lado de la controversia se encuentran tres galleros,DannyRomán, RobertoDurandyDanielRodríguez, quienes demandaron en abril de 2012 por alegado discrimen en contra de los gallos con cresta pava ejecutado mediante una resolución emitida el 27 de marzo por la Oficina de la Comisión de AsuntosGallísticosdelDRD.

La parte demandada es el Club Gallístico de Carolina, responsable de la determinación reglamentaria de darles a los galleros la oportunidad de escoger si desean o no que su gallo se enfrente a uno de cresta pava.

En el medio de la controversia está elDRD, organismo que emitió una cuestionada resolución y posteriormente presentó una orden administrativa que la parte demandante interpretó como una medida de favoritismo al Club Gallístico. La Comisión de AsuntosGallísticosdelDRDestá compuesta por Carlos López Nieves,WilliamGraffamRodríguez,ArelisMercado Cardona,OrlandoAdrovetMedina, yOscarNieves Cubero.

Los gallos de cresta pava, según los demandados, tienen una superioridad genética que los hace más propensos a ganar. Los demandantes sostienen que la decisión del Club Gallístico afecta económicamente a los criadores de gallos con cresta pava y se basa en un argumento fenotípico que carece de base científica.

Cuando la controversia llegó al Tribunal Apelativo, ese foro se lavó las manos y dijo que no tenía jurisdicción basándose en que el caso arrastraba unas determinaciones ‘ambiguas’ delDRD. En otras palabras, el Apelativotildóde ineficiente alDRD, pero no quiso actuar para corregir esas mismas limitaciones que plantean varias interrogantes en la industria de peleas de gallos.

A pesar deltranquelegal y la manera en que la controversia fuezapateadapor el Apelativo, queda sobre el tintero el debate sobre la supuesta superioridad física de unos gallos sobre otros, y si en efecto existe base científica para determinar que la apariencia de un gallo le brinda ventaja competitiva.

En una carta cursada por el presidente de la Junta de Directores del Club Gallístico, Jorge Luis RamosViruet, éste planteó a los demandantes que la decisión en torno a los gallos cresta pava no esdiscriminatoria. Por el contrario, dijo Ramos, la regla se hizo pensando en beneficiar a aquellos galleros que competían en condiciones desventajosas cuando sus especies se enfrentaban a gallos cresta pava.

Asimismo, el ejecutivo del Club Gallístico cuestionó el hecho de que la parte demandante utilizara comparaciones con el deporte del boxeo para sustentar su argumento en defensa de los gallos cresta pava.

‘Igualmente nos pareceinapropiadoel que se intente justificar la celebración de un combate desigual entre dos gallos de pelea haciendo alusión al combate entre el campeón de boxeoMannyPacquiaoy uno de sus pasados oponentes – AntonioMargarito. Pues aún, las comparaciones dentro de la misma disciplinaboxística, se cuidan de no fallar y pasar por alto el que las destrezas y la capacidad física delSr.Pacquiaolo convierten en una excepción dentro de su deporte, y no en la regla’, argumentó RamosViruet.

La respuesta de RamosViruetsurgió, además, luego de que la parte demandante acusara al Club Gallístico de actuar a la luz de una determinación ‘irracional’ y basada en una falsa idea de pureza. De acuerdo a los galleros demandantes, las especies de gallo en Puerto Rico no son puras, por lo que hablar de superioridad genética de los de cresta pava no tiene fundamento científico.