Un estudio federal concluyó que la reducción de la bioluminiscencia en la Laguna Grande de Fajardo se debió a un fenómeno de marejadas ‘de alta magnitud y dimensión’ que ocurrió la primera semana de noviembre, lo que movilizó todo el agua y microorganismos hacia fuera de la laguna. Otros estudios, sin embargo, han apuntado a la presencia de bacterias desde hace seis años por la descarga de aguas usadas en la bahía.

La Secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen Guerrero, anunció el viernes que el US Geological Survey señaló que la reducción de hasta un 99% de los dinoflagelados en la bahía bioluminiscente fue a causa de una marejada que duró una semana, desde el 1 al 7 de noviembre, justo antes de que los vecinos comenzaran a notar el ‘apagón’ en el cuerpo de agua, reconocido como un tesoro ambiental a nivel mundial.

Guerrero reconoció, sin embargo, que hay otros factores que inciden desde hace años sobre la laguna, lo cual afecta las condiciones que sirven de hábitat al microorganismo. ‘Hay láminas de sedimentación, a causa de los eventos de precipitación que llevan material de sedimentación a las aguas. Son factores que tenemos que trabajar y no ver sólo la disminución de dinoflagelados como por las marejadas’, admitió durante conferencia de prensa.

La presidenta de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), Laura Vélez, confirmó de hecho que las muestras de agua que se hacen mensualmente demostraron que hay presencia de coliformes fecales y enterococos en todas las estaciones, lo que refleja un problema de contaminación por descarga de aguas usadas.

La construcción de la bomba de la AAA en esa zona, según el director Alberto Lázaro, respondía a esa necesidad de conectar a los residentes y evitar un descargue. ‘El proyecto, según diseñado, cumple con todos los requisitos. La localización fue seleccionada porque está fuera de yacimientos arqueológicos, es un área ya impactada porque tiene asfalto y era conveniente por su topografía’, mencionó Lázaro, en referencia a la preocupación de la comunidad de que alguna falla en el sistema fuera a desembocar en la laguna.

‘Lo que más nos conviene (económicamente) es dejar el proyecto como está, pero estamos dispuestos a conversarlo con la comunidad’, agregó Lázaro, quien citará a la comunidad a una asamblea para discutir las distintas opciones. Dentro de todas las alternativas, el director señaló como una de las más apropiadas la de hacer una excavación más profunda y construir una bomba alterna en el balneario de Seven Seas. Este proyecto elevaría el costo original de $11.5 millones por alrededor de $1,000,000 o $2,000,000 adicionales. El único retorno que tendría la AAA sería la factura de esos nuevos abonados.

‘Ahora mismo lo que tenemos es una comunidad con unos pozo sépticos que por la topografía entran en un problema de descargas sanitarias. Lo que buscaba el proyecto era poder conectar a todos los residentes del área y a los comercios al sistema sanitario’, explicó Vélez, por su parte.

La Secretaria explicó que la recuperación de la población a su densidad de 19,988 organismos por litro puede demorar más de un mes. ‘Lo importante es seguir monitoreando y asegurar la calidad de esa agua para que las poblaciones allí puedan seguir reproduciéndose’.