La portavoz de EDUCAMOS, Eva L. Ayala Reyes, señaló el lunes que el ‘desmantelamiento’ del Sistema de Retiro para Maestros (SRM) por parte del gobierno ha provocado que miles de maestros y maestras hayan decidido dejar el sistema educativo.

Indicó que pasadas las 7:30 de la mañana del lunes ya había unas 200 personas en espera de ser atendidas en las oficinas centrales de retiro. Esto, sin contar en las oficinas regionales.

‘Ya le habíamos dicho al gobierno que el desmantelamiento del SRM provocaría la salida masiva de miles de maestras y maestros del sistema educativo. Sin embargo, prefirieron congraciarse con Moody’s y despreciar al magisterio del país. Resalta la pobre gestión de un secretario de Educación que no abrió la boca para defender al magisterio ni a la educación, que ahora anda diciendo que si los maestros se van, pues que él los sustituirá con cualquiera que esté en las listas de turnos que va a preparar y que ha apoyado la barbarie ejecutada por su jefe político’, dijo Ayala Reyes en un comunicado.

La líder magisterial hizo un llamado al magisterio y al pueblo para que, en su momento asuman la tarea de defender el derecho a la educación desde adentro y desde afuera. ‘En esa dirección, hay que organizarse para la lucha’, dijo.

‘Ha quedado al descubierto la insensibilidad del gobierno actual. El hecho de que el gobierno está en manos de Moody’s y las casas acreditadoras, el cinismo de un gobernante que estuvo negando la existencia del proyecto de ley sobre el SRM durante más de 10 meses mintiendo descaradamente a los dirigentes magisteriales, al magisterio y al país y la mejor evidencia de que en nuestro país, tanto la legislatura como Fortaleza responden a los grandes intereses quienes realmente constituyen el verdadero gobierno permanente. Hoy, en unos días que son para celebrar, el magisterio está de luto’, afirmó la dirigente magisterial.

Añadió que antes de aprobarse la Reforma del SRM, ya eran muy pocas las motivaciones que podía tener un maestro para mantenerse en un trabajo que está en el ojo de la sociedad, con un mísero salario y exponiéndose a diario al atropello y falta de respeto de los patronos.