La dejadez con la que el Departamento de Educación ha manejado el Programa de Educación Especial tiene afectados emocionalmente a decenas de padres que hacen malabares para lograr que sus hijos obtengan los servicios a los cuales tienen derecho.

Para muestra con un botón basta. NotiCel conversó con varias de estas madres que semestre tras semestre enfrentan los obstáculos más básicos para poder lograr que sus hijos con necesidades especiales puedan educarse y los problemas no terminan.

Una de ellas es Nelida Guzmán, quien destacó cómo su hija todos los inicios de un nuevo curso escolar enfrenta problemas para poder recibir servicios en la escuela, viéndose obligada a tener que acudir a la Oficina del Procurador de las Personas con Impedimentos (OPPI) o a Servicios Legales de Puerto Rico para que obliguen al Departamento de Educación (DE) a proveerlos.

Este año la situación estriba primero a que no se le había provisto un pupitre solicitado desde el pasado marzo. La excusa inicial del DE era que no tenían el personal para tomarle las medidas a su hija. Ahora le dicen que no hay el dinero para comprarlo.

La joven también ha tenido problemas en su ubicación en la Escuela Trina Padilla De Sanz de San Juan, pues no se tomó en consideración que recientemente fue operada y está en silla de ruedas. Además, el salón en un segundo piso donde fue ubicada no tiene aire acondicionado a pesar de que padece de la enfermedad pulmonar crónica.

Asimismo, afirma que no fue hasta la intervención de la licenciada Ana Alemañy desde La Fortaleza, que su hija obtuvo los servicios de transportación escolar.

Por su parte, Ruth Rodríguez, narró los problemas que ha tenido para que su hijo obtenga la ubicación adecuada y las terapias que requiere.

Destacó que ante la negativa de la maestra de integrar a su hijo en un salón de la corriente regular debido a su diagnóstico, el niño no ha podido asistir a la Escuela Amalia Exposito de Carolina.

Además, expuso que tuvo que asumir los gastos de las terapias que requiere su hijo, porque no fueron aprobadas por medio del mecanismo de remedio provisional.

Asimismo, Sheila Rosado, expuso que aunque desde mayo a su hijo se le habían aprobado los servicios de transportación escolar, un lector humano y terapias ocupacionales, psicológicas y del habla y lenguaje por medio del Programa Educativo Individualizado (PEI), lo cierto es que hasta al día de hoy no ha recibido ninguno de estos servicios.

De acuerdo a Rosado, ha tenido que estar haciendo ajustes para que su hijo pueda acudir a la Escuela Luz América Caldero de Carolina, a la que fue ubicado luego del cierre del plantel al que anteriormente asistía.

Ante esto, Rosado ha radicado querellas ante la OPPI. Además, acudió a la Región de San Juan del Departamento de Educación, pero una funcionaria le indicó que su hijo no aparecía en la lista de los estudiantes que estaban esperando por los servicios de transportación escolar y le ha requerido la solicitud original que le fue aprobada para recibir los servicios.

El problema que se encuentra Rosado es que el expediente académico de su hijo todavía no ha sido enviado a la Escuela Luz América Caldero.

Los problemas en Educación Especial han estado en debate en la palestra pública este semestre desde el inicio de clases en agosto debido al serio incumplimiento en los nombramientos de los empleados de Título 1 que atienden a 159,000 estudiantes, lo que llevó al despido de la secretaria auxiliar de Educación Especial, Doris Zapata. Los incumplimientos del DE con las estipulaciones del legendario pleito judicial de Rosa Lydia Vélez en torno al programa de educación especial llevan repitiéndose por los pasados 12 años y generando cuantiosas multas al Estado.