Padres de joven asesinado en México reclaman sus pertenencias (galería)
Las pertenencias de Christoffer Ney Ayala Báez, joven estudiante de medicina asesinado la semana pasada en Mexico, aún permanecen en su apartamento de Guadalajara y, por el momento, no podrán ser entregadas a sus padres, quienes reclaman esos objetos por los sentimientos que representan para ellos.
El doctor Israel Ayala, padre de la víctima y director de la Administración de Servicios de Salud (ASEM) en Centro Médico, explicó que el equipo electrónico, como su computadora portátil y tableta -ambas con fotos familiares- todavía están en el apartamento, lugar que fue cerrado por las autoridades mexicanas para la investigación.
'Ellos (la Policía mexicana) son muy estrictos con sus pesquisas. No hemos podido entrar a la casa porque está sellada para fines investigativos', indicó el doctor sobre el particular.
Al ser cuestionado sobre el adelanto para el esclarecimiento del asesinato de su hijo de 33 años, Ayala solo dijo que aunque hay pistas del crimen, la información recopilada aún no apunta a un sospechoso.
'La Policía sigue entrevistando, pero no tenemos tantos detalles de eso', sostuvo el galeno, al agregar que delegaron los trámites de la investigación en México a un abogado allegado a la familia.
Este lunes los restos de Ayala Báez, estudiante de tercer año de la Universidad Autónoma de Guadalajara, fueron a su última morada, luego de celebrarse el sepelio en el Cementerio Los Ángeles, en Guaynabo.
Allí, rodeado de familiares, amigos y allegados se le dio cristiana sepultura en una ceremonia dirigida por el pastor de la Iglesia Discípulos de Cristo en Santa Rosa, Ramón Goveo.
'Sus memorias, su amor, lo que hemos compartido, nunca muere y de eso es que hemos honrado su muerte. Hoy lo que ha pasado es que sembramos su cuerpo, pero él nació a la vida eterna y nosotros le damos vida a sus memorias, y mira que nos vamos a reír porque él hacía cada cosa', comentó por su parte, la madre del fallecido, doctora y psicóloga Lizzie Báez Pizarro, quien se mantuvo firme y con una sonrisa en su rostro a pesar del dolor.
Decenas de personas llegaron más temprano hasta la iglesia donde se celebró un servicio religioso.
El padre del joven amante de la naturaleza, las plantas y los animales, exhaltó, en un mensaje, las cualidades de su hijo. 'Él era un muchacho bueno, noble. No maquinaba mal a nadie. Tenía la capacidad de hablar con una persona de 80 años y jugar con un niño de dos años. Chris desde muy joven tuvo características muy particulares como interés por las flores, plantas y animales', puntualizó.
'Nosotros hemos llorado a nuestro hijo, de eso no hay duda. Pero tenemos mucha paz y fortaleza que solo Dios da. Esa es de la que abunda en nuestra familia', añadió el doctor.
Más de 2 mil personas, en los dos días del velarorio, pasaron por el féretro del joven en donde reposaban varios objetos que utiizó para la pesca.