Mientras el anuncio de la reapertura de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos acaparó la cobertura mediática internacional, enmarcado en un intercambio de prisioneros politicos entre ambos países, tambien se anuciaron otros indultos y conmutaciones en Washington. Pero quedó una pregunta suspendida en el aire: ¿y la liberación de Oscar López Rivera?

Aunque el detalle pasara desapercibido ante el ojo internacional, no sucedió igual entre figuras políticas locales, que aprovecharon la coyuntura para destacar la necesidad de liberar a López Rivera tras el intercambio estadounidense celebrado ayer. El hombre de 71 años fue acusado de conspiración sediciosa, un delito por el cual el gobierno de los Estados Unidos impone sentencias máximas de 20 años, pero el preso político lleva 33 años encarcelado.

Según infomara la National Public Radio, el presidente Obama conmutó las setencias de ocho personas convictas por crímenes relacionados al trasiego de drogas, de las cuales la mitad eran sentencias a cadena perpetua. Los 12 indultos presidenciales estaban relacionados a convicciones que oscilban entre distintos tipos de fraude, falsificación, hurto y establecimiento de destilerías ilegales; y dos de estas sentencias databan de la década de los 60.

A López Rivera se le acusa de ‘conspiración sediciosa’ tras ser identificado como miembro de la Fuerza Armada de Liberación Nacional (FALN), organización basada en Chicago a la cuál se responzabilizó por el bombazo al Fraunces Tavern en Nueva York, hechos en los cuales murieron cuatro hombres, entre otros incidentes. A López nunca se le acusó de participar directamente en la planificación o ejecución del siniestro, ni de otros delitos, y tanto él como los demás acusados se negaron a testificar durante el juicio argumentando que eran prisioneros políticos y que no se someterían a la jurisdicción de los tribunales estadounidenses.