El Tribunal de Primer Circuito de Apelaciones de Boston ordenó al Tribunal Federal local a llevar a cabo una vista evidenciaria en la que se debe determinar si la prueba con la que se procesó al exjefe de la Policía Municipal de San Juan en la Administración Santini, Hilton Cordero Rosario, estuvo contaminada y no debió ser admitida.

La prueba que podría ser suprimida incluye aquella que proveyó la propia exesposa de Cordero Rosario, la reportera del tiempo Deborah Martorell.

La apelación es posible porque, cuando Cordero Rosario se declaró culpable, se reservó el derecho de apelar la supresión de la evidencia del caso.

La defensa de Cordero Rosario, licenciados José Pagán Nieves, y José L. Nieto, indicaron en la apelación que la evidencia incautada en su computadora personal y otros dispositivos electrónicos por parte de la Policía de Puerto Rico en dos registros distintos no fueron solicitados correctamente pues los affidávits eran muy vagos. También alegaron que la segunda incautación de la computadora del hogar que compartía con Martorell, no fue autorizada por él, sino por ella.

Asimismo, Cordero Rosario sostuvo que la evidencia que luego obtuvieron las autoridades federales, que condujo a su eventual aceptación de culpabilidad a nivel federal por uno de los cargos de posesión de pornografía infantil, estuvo contaminada por las pistas que dio la Policía de Puerto Rico a raíz de la evidencia obtenida en los registros ilegales.

Aunque el Apelativo de Boston reconoce que los registros de la Policía no fueron legales, indican que la defensa no presentó suficiente evidencia sobre la relación de la contaminación de la evidencia obtenida por la Policía en la evidencia presentada por las autoridades federales. Además, la decisión del panel de jueces también indica que no era necesario que Cordero Rosario fuera quien autorizara el registro federal ya que Martorell como cohabitante del hogar también podía autorizarlo.

Por ello recomiendan la vista evidenciaria para que se pruebe la relación entre los registros para determinar cuál de toda la prueba estuvo contaminada y debe suprimirse.

Desde 2013, cuando Cordero Rosario se declaró culpable a nivel federal, había advertido que apelaría para suprimir la evidencia. Luego que las autoridades ocuparan su computadora y tras conocer la evidencia pornográfica en ella, es que se presentan los federales donde Martorell, le explican el hallazgo y es cuando ella accede a que la incauten.

En teoría, si se acepta la supresión de evidencia, se podría disolver el acuerdo de admisión de culpabilidad por el cargo de posesión de pornografía.

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