Norman Ramírez Lluch, hermano del juez que se suicidó en circunstancias que aún no han sido esclarecidas, exhortó el miercoles a nombre de su familia, a que el Departamento de Justicia y la Judicatura continúen su indagación sobre la supuesta querella de hostigamiento sexual, que saldría a la luz pública el mismo día en que su hermano, Jose Ramírez Lluch, celebraría una vista por un juicio nuevo contra el excorredor de seguros Pablo Casellas.

‘Que esa querella la exploren, analicen y expongan… Mi hermano no merece estar en esta situación, mi hermano entregó su vida a Puerto Rico’, comentó el ortopedapediátrico, en entrevista con WalterSoto León deTelenoticias.

Las expresiones se dan luego de que el jefe de homicidios de la comandancia de Bayamón haya confirmado a este diario que ya culminó la etapa de entrevistas, incluso al exoficial jurídico, Guillermo Hernández Saavedra, quien supuestamente sometió la queja. ‘Seguimos investigando un suicidio’, comentó el teniente Raúl Negrón, quien solo espera por el informe del Instituto de Ciencias Forenses.

El doctor, natural de Lajas, rechazó hacer comentarios acerca de la queja de hostigamiento sexual que presentaron contra su hermano porque no estuvo presente, pero sí dijo que ese no hubiera sido un motivo para llevarlo al suicidio. ‘Él sabía, como yo sé y sabe mi hermana, que nada de lo que se diga iba a distanciar el amor y respeto que nos teníamos entre nosotros’, aseguró. Entonces agregó sobre la alegación de homosexualidad que ha trascendido tras la muerte del juez, que ‘fuese cierto o falso, eso lo averiguaremos en su momento’.

En la segunda parte de la entrevista, Ramírez Lluchinsinuó que su hermano no cometió suicidio, sino que fue llevado a eso por la presión indebida que ejercieron sobre él. ‘Somos a veces marioneta de los eventos… Hay figuras que… En un juego de ajedrez, hay que sacrificar a veces el caballo, el peón o el marfil… Algo pasaría (para que él hiciera eso)’, expresó en la única entrevista que ha concedido a la prensa.

Javier, como le conocían sus familiares, fue encontrado muerto en su residencia el miércoles, 17 de junio, por su hijo de 16 años, con quien había llegado de un viaje a Europa un día, en el que también viajaba su esposa. Su muerte coincidió con la celebración de la vista del juicio nuevo del caso de Pablo Casellas, a quien había sentenciado a 109 años de prisión.

El juez provenía de una familia de trabajadores en un campo de Lajas, que con mucho esfuerzo crió a un servidor público, señaló Ramírez Lluch, previo a lamentar: ‘y ahora nos lo entregan en una caja’.

Esta semana tenían programado un viaje a Washington D.C. para llevar a su hijo y su sobrina a la Universidad de Georgetown, donde tenían interés de estudiar. ‘Yo voy a acompañarlos a los dos… Lo que pasa es que va a faltar alguien’, reconoció.

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