La lluvia dejada por el paso de la tormenta tropical Erika logró aumentar en algunos centímetros la reserva de agua en los embalses de La Plata y Carraízo, pero no lo suficiente como para mitigar el plan de racionamiento en el primero, aunque sí se anunciaron cambios en el plan de esta última reserva.

El director ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Alberto Lázaro, informó pasadas las 5:00 de la tarde del viernes que los abonados de Carraízo retornarán a la fase 2 del plan de racionamiento para quedar solo dos días sin servicio a partir del lunes.

En el caso de Carraízo, el embalse aumentó 91 centímetros, por lo que su nivel reportado es de 35.32 metros. La Plata subió 22 centímetros (35.01metros); Río Blanco, 30 centímetros (23.46 metros); y Fajardo, 25 centímetros (45.09 metros). Estos fueron datos suministrados por el United States Geological Survey (USGS) a la 1:00 de la tarde del viernes.

Por otra parte, los racionamientos técnicos que se habían implementado en la zona Este, han quedado en suspenso, ya que los ríos han aumentado su caudal, por lo que pueden cubrir la demanda de los clientes que se sirven de esas tomas directas.

En cuanto a los clientes sin servicio de agua tras el paso de la tormenta, totalizan 7,805, sea por falta de electricidad u otros problemas relacionados. Asimismo, se informó de 10 plantas de filtración, mayormente en el sur, fuera de servicio, así como 30 estaciones de bombeo.

Más allá de la lluvia que pueda caer, el problema recae en la capacidad del Gobierno para almacenar el agua, que actualmente, tiene pérdidas en un 58%, debido a las tuberías rotas y al robo comercial. El costo de reemplazar las tuberías suma mil millones de dólares, según cálculos de la AAA.

Las soluciones no son tan fáciles, máxime cuando requieren inversiones millonarias y el 60% del presupuesto ya está comprometido en el servicio de la deuda y la nómina.El servicio a la deuda suma $330 millones anuales, según cifras oficiales.