La juventud encara sin miedo nuestra economía 'desequilibrada'
La estructura económica de Puerto Rico está constituida sobre tantas políticas 'desequilibradas', que la crisis fiscal se ha presentado como consecuencia lógica; pero aún en medio del colapso financiero, los datos evidencian una 'transformación acelerada' tanto entre la población de jóvenes adultos como en el sector con los ingresos familiares más bajos.
El profesor de Economía, Manuel Lobato, enumeró una lista larga de incongruencias en las que se ha basado el desarrollo económico de la Isla, durante su alocución el jueves pasado en un forosobre la deuda pública y la economía comunitaria, organizado por la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, que van desde el comportamiento consumista por encima del ahorro y la inversión, hasta políticas desacertadas en favor de un sector exclusivo.
'Son muchos los desequilibrios sobre los que se ha constituido nuestra situación económica actual', reflexionó el también director del Departamento de Finanzas, en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Muchos de esos desequilibrios han sido promovidos y aprovechados por el mismo Gobierno, dijo el economista, en referencia a la Sección 936, que 'parecía maravillosa, pero es un desequilibrio: fomentó la construcción de la economía basada en grandes corporaciones y nos olvidamos de ese sector económico local, que debe ser la base de cualquier economía'.
Los bonos también son producto de un desequilibrio, según dijo, por la triple exención que permitió el endeudamiento de $73 mil millones.
Pese a todas las políticas desequilibradas, hay cifras esperanzadoras: en un solo año, Puerto Rico experimentó un cambio en los niveles de acción empresarial, que en otros países ha tardado décadas. 'Estamos en un proceso de transformación muy acelerado', aseguró acerca de los datos que arrojó la encuestadel GlobalEntrepeneurshipMonitor (GEM) de 2014, donde la gente joven, de entre 25 a 34 años, presentó niveles de acción muy distintos a los que existían previo a la crisis. Esta población aumentó en 5 puntos porcentuales su actividad empresarial, lo cual se equipara a la cifra de América del Norte.
Ante esto, conviene mirar la crisis como 'un proceso doloroso de corrección de desequilibrios', aseguró.
El desequilibrio más profundo, que resaltó, es la relación entre el sector privado y sector público, debido a la poca cantidad de empresas.
La encuesta del GEM, que se realiza en 70 países con una muestra representativa de la población, reveló que Puerto Rico tiene una de las cifras más bajas deemprendedoresestablecidos (1.3%) tanto en el sector formal como informal. Esto pese a que el 10% de los encuestados están involucrados en iniciar unemprendimientonuevo.
'No es aceptable que tengamos tanta gente con buenas intenciones de crear actividad productiva y que sin embargo, eso acabe en una cifra tan baja', lamentó Lobato, en referencia a los problemas de regulación gubernamental, de acceso a financiamiento y de falta de educación paraemprendimientoa niveles primarios y secundarios.
Además del crecimiento en acción empresarial por parte de la población joven, Lobato destacó que - contrario a la norma - el grupo con el nivel de ingreso familiar más bajo, obtuvo el salto más notable de un año a otro en cuanto a niveles de actividademprendedora temprana. El grupo en el tercio inferior aumentó su actividad de 4.5% a 9.5%, superando la actividad del grupo en el tercio medio (9.2%).
'A esos grupospoblacionales hay que apoyarlos. No solamente tienen problemas de acceso a financiamiento, sino de acceso a mercados y pocos referentes', recordó.
Las personas con el nivel de ingreso más alto continúan siendo quienes más actividad empresarial registran (12.1%), debido al acceso que tienen a recursos financieros.
Lobato recordó que no se trata de crecer por crecer. El plan de desarrollo económico tiene que tener raíces internas, tiene que ser endógeno y tener elementos de equidad social, señaló, por lo cual es importante mirar hacia las economías comunitarias, que aún en momentos de crisis, han demostrado un aumento en la productividad.
Aún en tiempos de crisis, la economía puede auto corregirse, o esa es la idea de los mercados libres, recordó Lobato. 'Es más problemático cuando tenemos desequilibriosinstitucionalesporque no hay mecanismos automáticos que lo vayan a corregir', apuntó sobre las reestructuraciones, que deben tomar lugar en el Gobierno y la cultura empresarial.
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