Arturo Massol: más allá de la lucha, proponer soluciones (video y galería)
Arturo Massol creció en un escenario donde defender y atender las causas sociales eran la orden del día. Uno de sus primeros recuerdos de niño fue cuando su papá enfrentó problemas con salones llenos de asbesto y no podía permitir que los niños recibieran enseñanza en ese ambiente.
Pero ya para 1980, con el nacimiento de Casa Pueblo, su panorama se transformó. 'Con Casa Pueblo y con mis papás aprendí que no era suficiente con defender y luchar, sino que había que proponer y construir soluciones. Así que desde muy pequeño aprendí a que aún los grandes conflictos tienen asuntos que nos ayudan a buscar soluciones', apunta.
Casa Pueblo es un proyecto de autogestión comunitaria que tiene como norte apreciar y proteger los recursos naturales, culturales y humanos, y entre sus primeras misiones se encontró mostrar oposición a una explotación minera en 17 yacimientos de plata, oro y cobre que el gobierno de Puerto Rico quería iniciar en 1980.La minería hubiese causado una catástrofe ecológica y social en 36,000 cuerdas de terrenos en los municipios de Adjuntas, Utuado, Lares y Jayuya.
De igual forma, son muchos los años que Casa Pueblo lleva trabajando el tema energético. Y a partir del 2012, comenzó la búsqueda junto a ingenieros del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para diseñar un alumbrado alternativo y moderno para el País, que hoy es conocido como el Posterriqueño.
Arturo es producto de las escuelas públicas. Su vida de universitario comenzó en la UPR Recinto de Humacao, y su formación científica fue en la Universidad del Estado de Michigan.
Su discurso en favor del ambiente sale con facilidad desde que era muy pequeño porque siempre fue lo que respiró. Hoy, el padre de Corali, Gabriela y Andrea, labora con tesón en todo lo relacionado a la restauración ambiental.
'Ahí es donde está mi preparación. Esto no se trata de tirar la toalla, aún en un escenario donde ha habido daños se puede buscar alternativas para resolver estos asuntos de una forma u otra', apunta el también presidente de la Junta de Directores de Casa Pueblo de Adjuntas.
Esto le cuesta al país cerca de $114 millones al año, y una forma de lograr economía es atendiendo ese renglón
Arturo también es Catedrático del RUMdesde 1994, donde dirige el laboratorio de Ecología Microbiana. Sus trabajos incluyen restauración de ambientes contaminados, incluyendo suelos y acuíferos impactados con diésel y gasolina, como en la subestación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en Vega Baja. Actualmente, trabaja proyectos de diversidad microbiana en Vieques para identificar alternativas de biorremediación y el microbioma del cafetal. Pero como parte de su participación en las luchas comunitarias para construir alternativas que lleva con Casa Pueblo, se encuentra la del Posterriqueño.
'Una de las soluciones de lograr economías y ahorros, y deducciones en la factura, y reducir emisiones dependientes de combustibles fósiles, es con eficiencia energética, y un renglón es el del alumbrado público donde hay más de medio millón de postes que generan contaminación lumínica que requieren el equivalente a la quema de medio millón de barriles de petróleo al año para generar la energía que esos postes necesitan noche tras noche. Esto le cuesta al país cerca de $114 millones al año, y una forma de lograr economía es atendiendo ese renglón', enfatiza.
El catedrático llevó esta idea hasta el recinto conocido como el Colegio para que los ingenieros pudieran traducirla en una realidad técnica y allí, el doctor Gerson Beauchamp, el ingeniero Pedro Resto y el profesor Fabio Andrade, junto con muchos estudiantes de ingeniería eléctrica e industrial dieron vida física a este proyecto.
El propósito del Posterriqueño es mejorar el sistema de iluminación pública en Puerto Rico, utilizándose en carreteras, estacionamientos, aceras y áreas de espacio en general.
En el 2013, la AEE informó que el costo por alumbrado público fue de $113.5 millones y el subsidio que la agencia da a los municipios y la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) termina transferido a la gente en el ajuste por combustible. Sin embargo, según se afirma en la página digital del Posterriqueño, con la utilización de diodos emisores de luz (LEDs), este producto promete una reducción en el consumo energético de 55% en postes que ahora operan con bombillas tradicionales de 100 vatios, lo que representaría una economía de sobre $63 millones al año.
El producto ha recibido el aplauso de muchos sectores y ya se han dado pasos gigantes con el proyecto, sin embargo, aún falta que a la Fábrica Modelo, que ubica en el RUMy cuenta con la capacidad de manufactura, se le cree el andamiaje operacional legal lo suficientemente estable como para competir en un mercado abierto. La Junta de Gobierno de la AEE ya aprobó que la Fábrica Modelo se convierta en una corporación, sin embargo, es necesario que la administración traduzca esa orden en una realidad para iniciar el proceso de manufactura.
Una vez sobrepasado este escollo, la bola se echaría a correr con el Posterriqueño y otros tres productos que emergen de este, como por ejemplo, un segundo Posterriqueño que será utilizado en áreas que requieren una huella de iluminación mucho más amplia.
'Con esto tú abres una ventana para el desarrollo de otros productos que van a activar a más ingenieros y en un país como el nuestro, que está preso de la economía del consumo, queremos retar esa economía del consumo, y movernos a una economía de producción donde seamos nosotros los que usemos nuestras capacidades para resolver nuestros problemas', concluye.