El juez federal Jose Antonio Fuste se retira de su cargo efectivo el 1 de junio de 2016, según consignó ayer el portal oficial de la judicatura federal.

La salida de Fusté no ocurre, como es usual, para asumir la categoría de juez ‘senior’ que es un status semiretirado que pueden ocupar los jueces federales hasta que mueran. En vez, es un retiro, por lo que saldría completamente de la judicatura federal.

El portal no ofrece razones para la decisión.

Fusté nació en San Juan en 1943. Antes de convertirse en juez, tuvo práctica privada de 1968 a 1985 y fue profesor de Derecho Marítimo en la Universidad de Puerto Rico, de donde se graduó como abogado en 1968. Fusté también abandonó su membresía en el Colegio de Abogados de Puerto Rico tras la disputa pública y controversias legales por el uso de cuotas en esa institución.

Desde su nombramiento a la judicatura federal por el expresidente Ronald Reagan en 1985, Fusté ha sido uno de los jueces federales más controvertidos por expresiones hechas tanto desde su estrado como en sus decisiones escritas, siendo el ejemplo más reciente su decisión por el impuesto al ‘transfer pricing’, en la que reveló que el Banco Gubernamental de Fomento había sido declarado insolvente.

Además, fue el juez que presidió en muchos de los casos de corrupción que surgieron durante la Administración Rosselló y fue el juez de la demanda civil que el periódico El Nuevo Día incoó contra ese gobernador por el retiro de la pauta publicitaria en represalia a su línea editorial.

Fusté sirvió como Juez Presidente entre 2004 y 2011, y su silla como juez fue la que había dejado vacante el actual juez de apelaciones Juan R. Torruella.