‘Nada que comentar’, afirmó el saliente juez federal Jose A. Fuste ante alegaciones de que su retiro fue obligado tras una investigación sobre querellas en su contra por un patrón de hostigamiento sexual contra empleadas.

Según reseña el semanario Claridad, un panel de 10 jueces del Primer Circuito de Boston investigó una querella de una trabajadora del tribunal de distrito de Puerto Rico, quien contrario a muchas otras quejas de empleadas, prosiguió hasta las últimas consecuencias.

Según la fuente de Claridad, por mucho tiempo en el Tribunal Federal en Puerto Rico se presentaron quejas contra Fusté, tanto por empleadas, incluso por mujeres que solicitaron empleo, pero las querellas siempre fueron ‘amapuchadas’ por las autoridades del tribunal en la Isla.

La expulsión o renuncia obligada es efectiva este próximo 30 de junio, dejando a Fustéfuera del sistema de Tribunales de EE.UU. y sin poder fungir como ‘juez senior’.