Ante el arrojo de la prueba de ADN que excluyó de la escena del crimen a los tres supuestos responsables del asesinato de la exreina, Glorimar Perez Santiago, el abogado de uno de los implicados, licenciado Jose M. Sagardía Perez, detalló hoy, jueves, ocho ‘pruebas sustanciales’ que reflejan la ‘inocencia de los tres jóvenes’, más allá de la negativa de dicho examen.

Según Sagardía Pérez, la ‘inconsistencia’ en las declaraciones del testigo principal de este crimen, Luis Monseratte Martínez, fue ignorada, provocando que los jóvenes José Caro Pérez, Nelson Ruiz Colón (a quien representa) y Nelson Ortiz Álvarez permanezcan en prisión tras 22 años.

El comienzo de este desglose de incongruencias se originó cuando Monserratte Martínez añadió a su testimonio de los hechos la ruta exacta para llegar al lugar del hallazgo del cadáver de la joven en la Playa Jobos en Isabela, además de explicar que ese 30 de julio de 1988 él condujo el carro de la exreinahasta una zona en Aguadilla.

En esta ocasión, ambas declaraciones fueron desmentidas por el policía Orlando Sánchez, primer agente en funciones oficiales que llegó a la escena y quien testificó en ese momento que no se podía llegar al lugar por la ruta que describió Monserrate Martínez pues existía una muralla que impedía el paso.

Asimismo, el vehículo de Glorimarfue hallado en una zona ‘totalmente distinta’ a la aguadillana descrita por el testigo. Además, el encuentro del vehículo, sirvió para corroborar su parte posterior, que se supone había adherido algo de ‘la arena y la materia vegetal’ que rondaba la Playa Jobos. Nuevamente, nada parecido a estos dos elementos fue hallado en el carro.

Respecto a la forma en que murió la exreina, Monserrate Martínez declaró que la ropa de la joven estaba rasgada, que había recibido ‘puños, patadas y mordiscos’, y que además, fue víctima de violación cuando presuntamente, los tres hombres se combinaron para ‘uno aguantarla por los brazos, otro por las piernas y el otro violarla’, mientras se turnaban.

Estas revelaciones, se encuentran con los hallazgos de la patóloga, Yocasta Brugal, quien realizó la autopsia a la joven y ‘no encontró golpes ni mordiscos’ en su cuerpo. Brugal añadió que tampoco se localizó semen, ni muestras de laceración en la vagina de Pérez Santiago.

Según cuentan las declaraciones de este testigo, el desenlace de esta historia se da cuando cada uno de los imputados le hace un disparo a Glorimar ‘como a tres pies de distancia’, desatando ‘una tremenda escena de violencia’.

La investigación reflejó que ‘el disparo que causó la muerte de la joven, fue uno solo y de contacto, estando el cañón del revolver firmemente puesto sobre su cuerpo’, lo que generó que se creara un orificio de salida en la espalda de Glorimar.

En adición, el primer agente que llegó a la escena expresó que ‘no había signo alguno de violencia’, tanto así que pensó que la habían matado en otro lugar y habían colocado el cadáver allí.

Este desglose de inestabilidad en el caso, sugiere a Sagardía Pérez que ‘estos muchachos deben ser excarcelados de inmediato’, instando así al secretario del Departamento de Justicia, César Miranda, a que ni siquiera se celebre un nuevo juicio.

‘Este testimonio debió haber producido la absolución automáticamente de los tres muchachos’, culminó el licenciado.