Se desborda Coamo en honras fúnebres a madre del Gobernador (galería)
'Hoy parece domingo pero se siente en el ambiente que falta algo', confesó el gobernador Alejandro García Padilla al arribar a la iglesia San Blás de Illescas para participar de las honras fúnebres a su madre, María de los Ángeles Padilla Passalaqua, quien falleció ayer, lunes.
'Es un momento difícil para nuestra familia, pero mi madre fue una mujer guerrera que luchó hasta el último momento', agregó el Primer Ejecutivo del país.
Las expresiones de García Padilla se produjeron ante la presencia de cientos de personas que aguardaban desde tempranas horas de la mañana para dar el último adiós a la coameña, quien junto a su esposo Luis Gerardo García procreó seis hijos, siendo el menor de estos el Gobernador de Puerto Rico.
A la misa en honor a María Delo llegaron los exgobernadores Sila María Calderón y Rafael Hernández Colón, así como altos funcionarios de Gobierno, alcaldes, artistas, familiares y ciudadanía en general.
'Vinimos a darle el último adiós a doña Delo, el pésame a la familia García Padilla, a darle un abrazo y ser solidarios con con ellos en este momento tan difícil', dijo el comediante Otilio Warrington 'Bizcocho', quien llegó acompañado del salsero Gilberto Santa Rosa.
Warrington describió a Padilla Passalaqua como 'un ser humano increíble, adorable, fuerte. Y cocinaba que era una maravilla'.
Cerca de las 10:00 de la mañana el obispo de Ponce, monseñor Rubén González comenzaron las honras fúnebres, mientras que en los alrededores de la plaza de recreo seguía acumulándose un mar de gente.
Allí se encontraba Carmen Rodríguez Meléndez, una coameña de 92 años de edad que llegó al lugar apoyada por su andador y quien alega haber conocido a doña Delo desde que sus hijos eran pequeños.
'Yo la visitaba con frecuencia y esto ha sido muy triste para mí, porque éramos amigas. No la veía desde que los hijos se la llevaron para San Juan, pero son hijos buenos y querían mucho a su madre', destacó Rodríguez con ojos llorosos.
Por su parte, Ángel Luis Ortiz, quien trabajó medio siglo en la farmacia aledaña a la plaza pública, recordó a la fenecida madre del Gobernador como una mujer 'rica pero humilde de corazón'.
'Siempre iba con su mamá Junil Padilla a la farmacia. Era una muchacha guapa y siempre mantuvo las puertas de su hogar abiertas para la gente del pueblo. La querían muchísimo', afirmó.
Eran las 11:27 de la mañana cuando Luis Gerardo, Antonio, Juan Carlos y Alejandro García Padilla, bajaron el féretro de su madre por las escalinatas de la iglesia católica, ante el sonoro aplauso de la multitud presente.
Tiempo después, el coche fúnebre presidía la comitiva que partió a pie desde la calle Roosevelt hasta tomar la calle Bobby Capó para llegar al cementerio civil.
Al percibir el movimiento en la calle muchos salieron de sus hogares para extenderle su pésame a la primera familia del país, que en ese momento eran solo los muchachos que crecieron en ese pueblo.
Hasta los estudiantes de la Escuela José Ramón Rodríguez aguardaron para aplaudir a la coameña, minutos antes del sepelio.
Así, en medio del intenso calor del mediodía el Gobernador y sus seres queridos dieron el último adiós a su progenitora.