Reportajes de televisión, denuncias en redes sociales, ciudadanos que regresan a la ‘isla del encanto’ luego de emigrar al ‘estado del sol’ demuestran que el sueño americano no es tan fácil y garantizado como parece. Una vez más este cuadro quedó constatado por el estudio ‘Me voy pa’ Florida: experiencias de la emigración reciente de puertorriqueños’.

A partir de una investigación del doctor Héctor Cordero Guzmán, realizada por el Concilio Nacional de La Raza, se traza un perfil estadístico de la población puertorriqueña que para 2014aumentó a 1,005,424, representando el 5.1% de la población total del estado que se identifica como boricua. Desde el año 2000 ha habido un aumento del 110% en el número de puertorriqueños que viven en la Florida, superando la tasa de crecimiento de los latinos y el estado en general. Casi una cuarta parte de los inmigrantes procedentes de Puerto Rico es menor de 15 años de edad, y solo el 9.3 % de los migrantes recientes son mayores de 64 años.

Aunque cuando se habla de la emigración se destaca la fuga de talento joven y educado, el estudio del Concilio señala que de los recién llegados al estado península 38% no posee un diploma de escuela superior, pero un 17.4% posee bachillerato. Respecto a la salud, casi cuatro de 10 puertorriqueños recién llegados no posee plan médico.

Conseguir empleo en Florida tampoco es tan fácil.La proporción de los recién llegados sin trabajo es más del doble del nivel estatal. El porcentaje en paro de los inmigrantes es dramáticamente más alto, en un 15.3% en comparación al 7.2% entre latinos del estado. El 58.4% que consigue trabajo, ganan menos de $10,000, en comparación al 39.6% de los latinos que pueden obtener ese ingreso. Apenas 3.4% de los inmigrantes boricuas consigue ingresos mayores a $50,000. El 40 % de los recién mudados vive en niveles de pobreza, en comparación al 22.5% de los latinos y el 17% de la población general del estado.

Con este y otros datos, el estudio concluye que:

– En el área educativa se necesitan políticas que apoyen el acceso a escuelas de calidad para garantizar que los nuevos residentes obtengan su diploma de escuela superior o mayor grado académico, más aún cuando los recién llegados son cada vez más jóvenes y quienes no necesariamente dominan el inglés.

– En el área de la saludse deben simplificar los procedimientos para poder obtener Medicaid y los beneficios del plan de salud para niños, así como identificar la brecha informativa que hace que esta población siga sin seguro. De igual modo, los legisladores pueden extender el programa de Medicaid bajo el Obamacare.

– En el tema de la viviendaes necesario reconocer que dos terceras partes de los latinos en Florida destinan más del 30% de sus ingresos al pago mensual de un techo, por lo cual es imprescindible auscultar más en los factores que propician esto así como crear programas de vivienda asequible.

– Respecto al trabajo e ingresosse necesita profundizar en las dificultades para entrar el mercado laboral relacionadas a la transición como inmigrantes. Programas de educación para adultos, entrenamientos especializados y de desarrollo laboral bilingües pueden servir de apoyo, así como los de beneficiencia social y comunitaria. De igual modo, los legisladores deben compensar a quienes logren obtener y mantener un empleo con políticas para mejorar los salarios, licencias por enfermedad o familiar.

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