La juez federal Aida Delgado denegó la solicitud de la defensa legal de Nina Alejandra Droz Franco para reconsiderar fianza para la acusada a nivel federal por intento de incendiar las instalaciones de Banco Popular ubicadas en la avenida Muñoz Rivera durante las manifestaciones del 1 de mayo.

Según la juez la prueba presentada en corte demuestra que Droz Franco posee un carácter propenso al coraje – que catalogó como ‘mecha corta’ – y determinó que los padres de ella no serían custodios adecuados para controlarla mientras espera por juicio. Dicha conclusión surge debido a que el abogado de la imputada, Eric Alexander Voss, sentó el padre de ella, Evelio Droz, a testificar sobre la conducta de su hija.

En su testimonio, Droz admitió que su hija ha vivido con él desde el 2012, cuando regreso del estado de Florida donde cursaba estudios. Sin embargo, a preguntas del fiscal José Capó, reconoció que mientras ella estaba allí fue arrestada por un incidente de agresión en el que una bartender, dos policías y un bombero fueron agredidos por Droz Franco. Las circunstancias detrás de los hechos no fueron detalladas ni por fiscalía ni por la defensa.

Por su parte el fiscal Capó indagó sobre el historial agresivo de la imputada, presentando en corte un audio obtenido del celular de Droz Franco en la que ella explica cómo se lastimó su mano izquierda. Según se explicó en sala, la agresión fue contra un individuo quien alegadamente tenía un perro que Droz Franco percibió estar en malas condiciones de salud, por lo que lo pateó mientras se sentaba en una silla de playa, él intentó agarrarla y ella procedió a golpearlo en varias instancias en la cara, ocasionando su herida.

Fiscalía además trajo a colación un incidente de violencia doméstica ocurrido en mayo del 2015, pero para el cual no hay una querella formal. El padre de la imputada dijo desconocer del incidente.

Sobre los sucesos ocurridos el 1 de mayo el fiscal presentó en sala imágenes que ilustran a Droz Franco tapándose su rostro e intentando incendiar un objeto que parece ser un rollo de papel. Cuestionado sobre los incidentes, Droz dijo no poder identificar si en efecto era su hija en la imagen y pidió al fiscal a identificar la naturaleza del líquido inflamable que otra imagen ilustra que ella echo en dirección del edificio Popular Plaza.

A raíz del testimonio la juez Delgado reconoció que la familia de Droz Franco tiene sus dificultades con ella, no vio fuera de normal el trato entre ellos. Aun así, dijo que era evidente que el padre de la acusada era propenso a encubrirla en caso de ocurrir algo, por lo que determinó no eran custodios adecuados.

De esta manera, Droz Franco ahora vuelve a ingresar al Centro de Detención Metropolitano en Guaynabo mientras espera por juicio. Según dijo la juez en sala, ella se expone a una pena mínima de cinco años, hasta un máximo de 25.

A su salida del tribunal, Aurea Franco Díaz, madre de Nina, catalogó los argumentos de la fiscalía como una exageración e indicó que durante el 1 de mayo le envió un mensaje de texto a su hija para advertirle de la presencia de encubiertos.

‘Es mi hija, yo la adoro, nosotros la vamos a recibir en la casa con brazos abiertos’, dijo la madre.