El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, catalogó como un acto “irresponsable” el acuartelamiento permanente al que sometieron al personal del área de operación de plantas de la Autoridad de Energía Eléctrica, mientras culmina el toque de queda implementado por la gobernadora como medida para frenar la propagación de coronavirus en la Isla, el próximo 12 de abril.

“Estar metido dentro de una planta, de por sí, es difícil. Las condiciones de trabajo de una planta no son condiciones normales, a eso se le suman las condiciones de las facilidades, donde lo que tienes para dormir es un catre, la falta de lugares de aseo, la comida, son condiciones en las que uno no debe estar. Son seres humanos que pueden tener un agotamiento después de trabajar 12 horas diarias, donde se están acuartelando en un lugar que no es la casa de uno”, dijo. “Cualquier error que se cometa allí puede ser la pérdida de vida y de propiedad”.

Según trascendió, el personal de las centrales de generación se mantendrá acuartelado al menos hasta el 12 de abril, después de que se pensara como estrategia para evitar un brote de coronavirus entre esta población, algo que podría en riesgo que se continúe con las operaciones.

Por eso, Figueroa Jaramillo detalló que garantizar la salud de este personal debe ser aun asunto prioritario, y, aunque aseguró que en las últimas horas supo que, al parecer, se estaba implementando su propuesta de turnos rotativos como se había propuesto en un principio, es algo que no le constaba, ya que la orden había sido el acuartelamiento hasta el 12 de abril. Su propuesta exacta consistía en que los grupos asignados al área de operación de plantas roten cada cinco días y que al enfrentar el cambio de turno, se sometan a una prueba de detección de la enfermedad para garantizar que no está contagiado e iniciar su turno.

Inicialmente, dijo, las únicas plantas que habían acordado hacer dos grupos fueron Aguirre y Cambalache, pero en la Central de San Juan no era la misma situación. Actualmente, hay entre 100 y 125 empleados laborando en área de operación de plantas.

En momentos en que Puerto Rico se encuentra bajo toque de queda ante la amenaza del mortal virus, el consumo eléctrico ha disminuido, a pesar de que la mayor parte de la ciudadanía se encuentra en sus hogares haciendo uso de la energía eléctrica.

“Cuando está todo funcionando normalmente, el consumo mayor residencial ocurre de 6:00 p.m. a 9:00 p.m. porque la gente llega de los trabajos a la misma hora, y su mayor consumo ocurre en el mismo momento. Ahora se distribuye la demanda porque no todo el mundo cocina a la misma hora, ni lava a la misma hora, entonces eso representa un alivio al sistema”, señaló. “Además, está el 80 por ciento del comercio cerrado. Plazas Las Américas, los pequeños comerciantes, eso ha conllevado que baje el consumo para la época, pero se tienen que hacer ajustes para el verano, que va a haber un problema de generación y demanda”, expuso.

Figueroa Jaramillo destacó que Costa Sur, que se vio afectada por los fuertes temblores ocurridos en el mes de enero, pudiera estar lista en dos o tres meses, sin embargo, aseguró que la agencia ha retrasado en asunto, ya que insiste en invertir en generadores portátiles a un costo de 70 millones, que no incluyen el costo del combustible.