Hace exactamente 58 días que su madre, Carmen Paredes Cintrón, fue arrebatada de este mundo al recibir varios impactos de bala, que se presume ocurrieron dentro de su hogar en la exclusiva urbanización Tierra Alta III en Guaynabo. Encima de eso, esta semana sus hijas, Carolina y María Jose, tambien tuvieron que lidiar conque a su padre, Pablo Casellas Toro, se le imputa de haberla llevado a la muerte.

Una fuente de NotiCel cercana a la familia manifestó que es Carolina, la mayor de las hijas del matrimonio, la ‘más rebelde’ tras el incidente del pasado 14 de julio. Este medio digital supo que la joven mantenía una relación muy cercana con su padre y que previo al asesinato éste le decía a la joven que su madre era la culpable de la situación familiar porque quería divorciarse.

Desde que el pasado jueves a Casellas Toro se le radicaron cargos criminales por asesinato en primer grado, infracciones a la Ley de Armas y destrucción de pruebas, las adolescentes no han acudido al Colegio Puertorriqueño de Niñas, donde estudian. Esa misma noche el hombre fue puesto bajo la custodia su padre, el juez federal senior Salvador Caselllas, tras prestar la fianza de $4 millones que le impuso el juez Rafael Villafañe del Tribunal de Bayamón.

Mientras una mezcla de emociones invade a estas jóvenes de 15 y 17 años, la situación se torna más complicada porque ahora no son sus progenitores quienes tienen su custodia legal.

Hasta el momento, es poca la información que el Departamento de la Familia (DF) ha ofrecido sobre el estatus de la custodia de las dos menores.

La secretaria del DF, Yanitsia Irizarry, dijo esta semana que ‘en este caso existe una orden de mordaza. Nosotros no podemos entrar en el detalle del mismo para poder proteger la intimidad de las menores que están siendo protegidas por el Departamento de la Familia’.

Al tiempo que reiteró que ‘con independencia de lo que ha ocurrido en el caso criminal, desde el momento en que el Departamento de la Familia adviene en conocimiento de lo que se entendía o sospechaba era un asesinato, el DF activó su protocolo, originó un referido y este caso está siendo atendido como todos los casos que ocurren en Puerto Rico’.

La funcionaria aseguró que ‘estas niñas, sin importar quienes sean sus padres, el Departamento de la Familia ha hecho lo propio por protegerlas desde antes del señalamiento judicial del día de hoy (jueves). No podemos entrar en detalles de los mismos, por ser parte de un expediente confidencial’.

Es el licenciado Salvador Casellas Toro, el otro hijo del juez federal senior Salvador Casellas, cuñado de Paredes Cintrón y hermano del ahora imputado; quien ha asumido la responsabilidad legal de las menores.

Salvador Casellas Toro ha estado fuera del foco público desde que ocurrieron los hechos. Lo poco que ha trascendido es que estuvo en la residencia el día que fue encontrada muerta la ejecutiva de seguros, acompañó a Joseph Paredes Cintrón a identificar el cuerpo de su hermana en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y estuvo presente en los actos fúnebres de la mujer.

Al menos dos fuentes de este medio digital, que declinaron ser identificadas por su cercanía a la familia, lo describieron como una persona buena, responsable y trabajadora, indicando que las menores están en buenas manos.

‘Es un buen hombre, un hombre decente y un excelente abogado, tiene un temperamento parecido al del padre (el juez Casellas)’, dijo una de ellas.

Salvador Casellas hijo es un prominente abogado del bufete McConnell Valdés, y en su práctica legal se especializa en el derecho comercial y corporativo. Además, lidera el grupo de abogados de práctica financiera y de propiedades en el bufete, y ha laborado también con el juez federal Juan Torruella y el ex juez presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Víctor Pons.

El gobernador Luis Fortuño trabajó en la firma McConnell Valdés e incluso, según el