El ministerio público y la defensa de Pablo Casellas Toro, acusado de asesinar a su esposa Carmen Paredes, estipularon prueba documental sobre la que no hay controversia, así como los testimonios de tres personas que no tendrán que sentarse a declarar en el banquillo de testigos cuando inicie el martes el desfile de prueba.

NotiCel supo que esos tres testigos son: el hermano de la occisa, Jouseph Paredes, quien identificó el cadáver en el Instituto de Ciencias Forenses; la hija mayor del matrimonio Carolina Casellas Paredes, quien no estaba en la casa el día del crimen; y Jose Perez Machargo, quien sí vio al acusado en la urbanización de Tierra Alta III, de Guaynabo el día del crimen.

Además, las partes presentaron una moción conjunta en la que estipularon 21 hechos relacionados al caso y una declaración jurada. También se estipularon muchos documentos de los cuales no se ofrecieron detalles y alrededor de 400 fotografías.

El principal abogado de defensa, Harry Padilla, se mostró satisfecho con los acuerdos alcanzados con la fiscalía, aunque no quiso revelar cuáles son los cinco testigos que la defensa objeta que ocupen el banquillo.

‘Eso va a surgir en sala, no lo puedo adelantar’, contestó Padilla a preguntas de NotiCel.

No obstante, Padilla afirmó que no tiene problemas con que se siente como testigo de cargo el padre de su cliente, el juez federal Salvador Casellas.

En cuanto a una moción que presentó la defensa para limitar lo que los fiscales podían mencionar en su informe inicial, se resolvió a favor del ministerio público.

‘En cuanto a las armas, nosotros podemos mencionar cualquier cosa en nuestra teoría’, aclaró la fiscal Janet Parra.

Mientras, el fiscal Sergio Rubio acotó: ‘No hay limitación de informe, ninguna’.

La importancia del adelanto de trabajo es que el juez superior de Bayamón, José Ramírez Lluch, instruirá al jurado, de seis hombres y seis mujeres, de que todas esas estipulaciones ‘son hechos probados’, destacó Rubio.

El fiscal afirmó que durante todo el proceso ‘nunca’ ha habido negociaciones con la defensa de Casellas Toro para llegar a una alegación pre acordada.

En sala, la fiscal Phoebe Isales anunció que ante la evidencia estipulada por las partes se reduce el número de testigos que sentarán a declarar a unos 36 aproximadamente, de los 68 que tienen para probar su caso más allá de toda duda razonable.

Y, en ánimo de aligerar el proceso judicial, el juez requirió a los fiscales que antes de sentar a los testigos a declarar se acerquen al estrado a ofrecer un resumen de lo que estarían declarando para él saber si sus testimonios son admisibles en evidencia, de forma tal que el jurado solamente reciba la prueba testifical que es pertinente al caso y a los hechos.

‘Solamente nos pidió un resumen para él saber que son admisibles para evitar tener que parar en medio del proceso y celebrar una vista, sino que nos adelantamos’, dijo Isales fuera de sala.

La fiscal Parra añadió que no prevé que el adelantar al juez un resumen del testimonio atrase los trabajos.

‘Lo que el juez precisamente quiere, o sea, si tu sientas un testigo y de repente surge que la prueba que ese testigo está trayendo es inadmisible hay que parar el testimonio y celebrar una vista. El juez lo que quiere es que antes que siente el testigo nosotros le demos un resumen de lo que el testigo va a decir para él determinar si debe sentarse o no porque él lo que quiere que escuche el jurado es prueba que sea completamente admisible’, dijo Parra.

Casellas Toro está acusado por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia y declarar falsamente un delito.

Cuando se determinó causa para arresto en octubre 2012, la fiscal Isales explicó que ese último cargo se relaciona con la querella que el imputado presentó ante los agentes del cuartel de Levittown de que supuestamente el 17 de junio de 2012 le robaron tres armas y fue víctima de una tentativa de asesinato. Entre las armas, que Casellas Toro alegó falsamente que le robaron, se encuentra la utilizada para asesinar a Paredes.