Por segunda ocasión, la investigadora forense, Giselle Rivera Cintrón, se vio impedida de testificar en el juicio contra Pablo Casellas, pues el Tribunal de Bayamón se quedó sin luz a tempranas horas de la tarde.

Es la segunda vez que Rivera Cintrón, quien es la testigo número 23 del ministerio público, trata de declarar en la sala 706 ante el juez José Ramírez Lluch, ya que en la primera se vio impedida por laringitis y asma.

Así las cosas, el magistrado ordenó pautar la reanudación del proceso para este viernes en la mañana, luego de una semana de receso por el periodo festivo.

Ramírez Lluch llamó a los fiscales Sergio Rubio, Phoebe Isales y Janet Parra junto a los abogados de defensa, Harry Padilla y Francisco Rebollo, para explicar las causas de la suspensión del juicio por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas y destrucción de evidencia.

El juez sostuvo que el centro judicial pertenece a la Autoridad de Edificios Públicos y que esa agencia era la encargada de encender el generador eléctrico que nunca prendió.

El apagón en el Tribunal de Bayamón se debió a una avería en la subestación que se extendió a varios sectores del citado municipio.

Justo después que se suspendieran los trabajos en el centro judicial, la luz llegó, pero los abogados y los fiscales del caso ya habían abandonado el recinto.