Pocas veces las capillas funerarias son lugar para conversar sobre el nacimiento. Pero la familia de Angeliz Carrasquillo Rosa, de 19 años, mantiene una esperanza en medio de la tragedia: ver crecer y desarrollarse al bebe que la joven llevaba en su vientre al momento de su muerte.

La pérdida de quien fuera la menor de la familia Rosa, la más pequeña de tres hermanas, tomó a la familia por sorpresa. Desconocían los vínculos que su pareja, Félix Janiel Díaz Hernández, de 22 años, tenía con el narcotráfico. ‘Lo que demostró en casa fue quererla y amarla. Nunca dio indicios de otra cosa’, comentó la hermana mayor, Shirly Quintero.

La joven de ocho meses de embarazo ya había seleccionado un nombre para su hijo. Estaba a la expectativa de Demien Xchael, mientras proseguía sus estudios en Psicología en la Universidad del Turabo. El bebé, que fue salvado mediante cesárea, está ahora bajo supervisión médica en el Hospital HIMA San Pablo. Debido a su estado prematuro se encuentra en condición crítica, por lo que la familia pidió oración y solidaridad por su pronta recuperación.

Mientras los allegados se mantenían en el segundo piso de la capilla de la funeraria Borinquen Memorial, pidiendo privacidad en su momento de dolor, otros parientes se acercaban a los paramédicos para agradecerles su esfuerzo por salvar al bebé que gestaba Carrasquillo Rosa.

‘Gracias por salvar a mi sobrino’, les expresó un hombre cerca de los cincuenta, al estrecharle la mano y mirar a los ojos a cada uno.

Pese a que la joven había perdido sus signos vitales, los cuatro hombres continuaron dándole resucitación pulmonar para mantener con vida al feto de ocho meses. Desde entonces se han mantenido en comunicación con la familia. ‘Aquí hay mucha familia que va a querer a ese bebé’, exclamó, Joel Cruz, uno de los paramédicos de la Oficina de Emergencias Municipales.

La vida de Demien Xchael mantiene esperanzada a la familia. ‘Tenemos que seguir hacia adelante por ese bebé…. No es fácil. Ella era la más chiquita (de la familia)’, comentó Quintero, quien se expresó frente a las cámaras, acompañada de una familiar y usando unas gafas color marrón.

El bebé continúa bajo la custodia provisional del Departamento de la Familia, mientras culmina el proceso de arrestos en que Díaz Hernández sirve de testigo. Una vez culmine el proceso, Fiscalía pudiera radicar cargos contra el padre del menor por la posesión de 78 bolsas de marihuana, 75 de cocaína y un arma Glock de calibre nueve milímetros, que llevaba en el vehículo al momento de la balacera. ‘Ya tomamos nuestra decisión… Pero el bebé tiene papá’, explicó Quintero sobre la difícil situación.

La hermana mayor de Angeliz indicó que han mantenido comunicación con la familia paterna del niño, de quien se alega que manejaba un punto de drogas en el Residencial Raúl Castellón. Los cuatro atacantes sospechosos pertenecían a un bando contrario, en el Residencial Villa del Rey, ambos en Caguas.

Los asesinatos en la ciudad han aumentado levemente en los últimos meses tras el arresto de José ‘Coco’ Gómez López, quien controlaba los puntos de los residenciales Villa del Rey y Raúl Castellón, y cuyos negocios de narcotráfico se habían extendido por todo el distrito.

El alcalde William Miranda Torres se presentó a la funeraria a media tarde. Luego de repartir abrazos y palmadas en la espalda, expresó a la prensa que han establecido alianzas con la Policía Estatal para aumentar la vigilancia en la zona. La estrategia es ‘ir contra ellos’, expresó en referencia a los criminales. Hizo un llamado, además, para que las personas cooperaran con las autoridades de forma confidencial. ‘La evidencia es muy importante… Estas personas hay que sacarlas de circulación’, enfatizó al lamentar que ya no haya ningún código de respeto ante la presencia de menores y mujeres.

El alcalde explicó que la tragedia alcanzó a sus conocidos, pues frecuentaba al restaurante de la tía de la occisa desde hace años. Indicó que el hombre que perdió un ojo por un disparo que recibió en el rostro cuando salía del negocio Churchs Chicken es el esposo de una empleada del municipio.

Más allá del relato de los acontecimientos trágicos que rodearon su muerte, la familia de Angeliz la recordará como la joven ‘sensible, hermosa y cariñosa’ que era. ‘Estaba empezando a vivir’, lamentó su hermana.

Una de las amigas, Sara Vázquez, agradeció la calidez y simpatía que siempre le mostró la universitaria. ‘Ella me ayudó a conseguir trabajo’, confesó en las afueras de la funeraria, vestida con camiseta negra.

*Información preliminar publicada a las 2:55 p. m.