El hijo del juez Jose Ramírez Lluch se paró en la noche del miercoles ante un centenar de miembros de la Judicatura y empleados del Tribunal congregados en la parroquia Nuestra Señora de Fátima para, aún en medio del dolor, agradecer el apoyo y reiterar que su padre había sido capaz de dar la vida por el Tribunal de San Juan del que había sido nombrado administrador.

Andrés, de 16 años, lució sereno en todo momento. Con tremenda madurez y valentía se paró a proclamar la segunda lectura, en la que llamaba a ‘no afligirse como hombres sin esperanza. Pues (…) a los que han muerto, Dios los llevará con él’. Esa era la fe que le había enseñado su padre, quien acudía a misa todas las semanas, según contó su tío.

Cuando culminó la misa, el joven quien encontró a su padre ahorcado en la marquesina de la residencia, le reiteró a la Judicatura que Ramírez Lluch tenía muchos planes y que su deseo era luchar por el Tribunal de San Juan del cual había sido nombrado juez administrador. ‘El día de la noticia (sobre su renuncia), él me lo dijo. Que él estaba tranquilo. Que él iba a luchar por ese Tribunal. Que a los jueces él los amaba y los quiere’, mencionó previo a recibir el aplauso de los presentes.

Alrededor de 30 jueces y juezas acudieron a la misa organizada por la Asociación Puertorriqueña de la Judicatura. Entre ellos, el juez del Tribunal Supremo, Luis Estrella; y la recién nombrada jueza administradora del Centro Judicial de San Juan, Laura López Roche.

‘Ustedes crearon un ser humano especial. Aunque su vida física terminó, su corazón siempre va a durar y siempre vamos a recordar el ser humano que fue’, le dijo a los familiares la presidenta de la Asociación de la Judicatura, Elizabeth Linares.

La Asociación organizó la misa durante el último día del novenario de la muerte del juez debido a que muchos empleados de la Rama Judicial no pudieron ir a Lajas, donde se celebró el velorio. El ambiente en el Centro Judicial sigue siendo uno de tristeza, pero ‘la mejor forma de valorarlo es seguir trabajando como él, que llegaba tempranito en la mañana’, comentó Linares, al sugerir que es un cierre de capítulo.

El juez Ángel Pagán Ocasio compartió con Ramírez Lluch la responsabilidad de las salas televisadas en San Juan, pero en los casos civiles. ‘Estamos trabajando día a día con su despedida, pero estamos haciendo lo que él nos enseñó a hacer: justicia. La fe nos ha sostenido y el ejemplo que nos dejó’, abundó.

‘Fue pieza clave para la integración de las cámaras. Fue un pionero en ese aspecto y el país va a seguir viendo los resultados de su gestión’, reflexionó Estrella, quien había compartido con la hermana del juez.

En la última entrevista que Ramírez Lluch concedió a la Revista Ley y Orden sobre este tema, defendió ‘que el pueblo vea el proceso. Que el pueblo vea lo mismo que yo veo. Ellos pueden tener su opinión, pero que entiendan por qué yo lo hice, porque vieron la misma prueba que yo’.

Alguaciles, secretarias y otros empleados también dijeron presente. Ángel Rivera Torres, empleado de mantenimiento, acudió para despedir a un hombre a quien describió como ‘sencillo, humilde y buen ser humano’. ‘Sabía reunir a todo el mundo… Es lo que el país debe esperar de un juez’, agregó Pagán Ocasio.