Los pasajeros deben entrar sin acompañantes, entre otras reglas adoptadas para evitar la propagación del COVID-19.

Aquellos días en que los boricuas despedían a sus familiares y amigos en el interior del aeropuerto y no se marchaban hasta que los veían desaparecer a lo lejos en el terminal que les correspondía, han quedado atrás con la llegada de la pandemia.

Ante la realidad del COVID-19, el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín (SJU), en Isla Verde, adoptó medidas para evitar la propagación del virus, que incluyen que el pasajero entre solo a la instalación aeroportuaria. A esto se suma lo ya “normal” desde el pasado mes de marzo: mantener distancia, el uso de mascarillas, aumento en la frecuencia de la limpieza y un sofisticado escaneo a los pasajeros y empleados para medir temperaturas.

Desde las entradas principales a las instalaciones del aeropuerto se pueden observar rótulos que le recuerdan a los viajeros y al personal, cuáles son las recomendaciones esenciales para evitar los contagios. También se alerta “solo se permite acceso a pasajeros y empleados”.

“Promulgamos la despedida en casa o en la acera y no en el gate”, explicó Jorge Hernández, principal oficial ejecutivo de Aerostar Airport Holdings, empresa que administra el aeropuerto de San Juan. “Estos edificios no se construyeron pensando en distanciamiento social y, según aumenta el volumen de pasajeros, es muy difícil cumplir con eso. Así que estamos recomendando las despedidas afuera, o en casa, para permitir la entrada solo al pasajero y a los empleados. Hay conciencia. La gente está cooperando”.

La administración del aeropuerto ha invertido alrededor de $500,000 en reestructurar las medidas necesarias para reducir los contagios, después de que fuera una de las áreas más afectadas con la llegada de la pandemia. Desde el cierre del país, la opinión pública ha girado en torno a la entrada de pasajeros de países con altas tasas de contagios.

Sin embargo, Hernández aseguró que el aeropuerto de San Juan es uno de los que más medidas rigurosas ha implementado. Añadió, que fue el que menos baja de pasajeros reflejó a finales del fin de semana festivo del 4 de julio, información confirmada más tarde por José Baquero, Director Federal de Seguridad en Puerto Rico de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).

“El lunes procesamos 48% de los pasajeros que procesamos el año pasado. Para San Juan, la baja fue del 52% ayer. San Juan fue el aeropuerto de la nación que menos baja tuvo, con unos siete mil pasajeros”, destacó Baquero.

Conforme va aumentando el flujo de pasajeros, y la cercanía del 15 de julio, fecha en que se abrirá oficialmente el aeropuerto para el turismo internacional, Aerostar Airport amplió las medidas de seguridad y prevención, con la intención de proteger a viajeros y más de 8,000 empleados que se mueven en la instalación.

“Hemos ampliado e intensificado las medidas. Desde el primer momento, la protección de todos los que transitan desde y hacia nuestro aeropuerto, ha sido un compromiso constante, por lo que no hemos escatimado en invertir en ello”, dijo Hernández, quien destacó que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) otorgó una asignación de $3 millones para el aeropuerto, destinados a gastos operativos y capital de inversión. Aseguró que, al año, el aeropuerto “gasta mucho más” en operaciones.

Algunas de las medidas consisten en la instalación de nueva tecnología integrada por cámaras que medirán temperatura. Estas cámaras están instaladas en puntos estratégicos, como a la llegada de pasajeros, que deben pasar por el área de pruebas de COVID-19, en donde serán atendidos por el personal del Departamento de Salud y de la Guardia Nacional. A partir del 15 de julio, los pasajeros que traigan evidencia de prueba molecular negativa, en la fecha recomendada, no tendrían que pasar por este proceso.

En el caso de los pasajeros que salen desde San Juan y arrojan una temperatura alta, será notificado, al igual que la aerolínea, que al final es la que determina el protocolo a seguir. Esto ocurre ya que cada pasajero tiene su contrato con la aerolínea y no con el aeropuerto, detalló Hernández.

De igual forma, la empresa ha invertido en un equipo de higienización que permite un mayor alcance en menos tiempo, y se incluye la limpieza de los puentes de abordaje tres veces al día y las sillas en las salas de espera de los terminales.

Aquí mostramos una lista detallada de las medidas implementadas en el aeropuerto: