Parte de las víctimas del tiroteo masivo en una escuela de Uvalde (Texas, Estados Unidos ) ya comenzaron a ser identificadas.

La masacre, que tuvo lugar en la tarde de ayer, martes, cobró la vida de 21 personas, 19 niños de entre 7 a 10 años, y dos adultos.

Al momento, seis niños de diez años y dos maestras hispanas son las primeras víctimas identificadas por las familias del tiroteo

La primera en ser identificada fue la maestra Eva Mireles, de 44 años y que trabajaba como profesora de educación especial en el colegio Robb Elementary, donde tuvo lugar el tiroteo.

Mireles, que llevaba 17 años ejerciendo de docente, estaba casada con un agente de Policía de Uvalde, con quien tenía una hija en común.

Mireles fue una de las dos maestras que murieron en el tiroteo junto a 19 sus alumnos. Todos ellos se encontraban en la clase en la que se atrincheró el agresor, Salvador Ramos.

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La otra maestra fallecida es Irma García, según indicó al canal televisivo NBC su hijo, Christian García.

La profesora llevaba 23 años ejerciendo de docente en el centro escolar y, según la versión de su hijo, se erigió en escudo humano para proteger a sus estudiantes durante el tiroteo.

El primer alumno en ser identificado públicamente por su familia fue Xavier López, de diez años. López y su madre habían estado juntos durante una ceremonia de entrega de premios en la escuela en la mañana del martes, justo unas horas antes de que se produjese el tiroteo.

También fue identificada como víctima y tenía 10 años Amerie Jo Garza, cuyo padre, Ángel Garza, había colgado un mensaje en Facebook el martes en las horas inmediatamente posteriores al tiroteo, en el que pedía ayuda para encontrar a su hija.

En la misma noche del martes, Garza actualizó su mensaje en la red social indicando que la pequeña «ya había sido encontrada» y estaba «volando con los ángeles en el cielo».

Annabelle Rodríguez, otra niña que había sido reconocida antes del tiroteo por sus notas, fue identificada como una de las fallecidas.

Otra de las víctimas mortales fue José Flores, de 10 años, cuyo tío, Christopher Salazar, dijo a los medios que a su sobrino le encantaba jugar al béisbol e ir a la escuela, y que amaba a sus padres.

«Era un niño pequeño muy feliz. Disfrutaba riendo y pasándolo bien», aseguró.

Un año más, 11, era la edad de Jailah Nicole Silguero, cuya madre escribió en una entrada en su cuenta de Facebook que los abuelos de la niña la esperaban en el cielo con los brazos abiertos.

Además de Rojelio Torres y Jackie Cazares, el último alumno identificado por el momento es Uziyah García, cuya muerte fue confirmada a los medios por su abuelo, Manny Renfro.