El superintendente de la Policía de Puerto Rico, Jose Caldero, recomendó la expulsión de los dos agentes que agredieron en abril pasado a un indigente en silla de ruedas en el estacionamiento del Walgreens de la Parada 18 en Santurce.

Los agentes implicados,Víctor Muñiz Martínez y Juan Rivera Zayas, apelaron la decisión y el caso se verá nuevamente en septiembre.Los agentes del precinto 266 han estado suspendidos sumariamente de empleo y sueldo desde que la División de Responsabilidad Profesional del cuerpo comenzó a investigarlos a raíz del incidente.

El caso pasó a la DivisiónLegal, la cual emitióla recomendación final con un ‘me propongo a imponerle como sanción su expulsión del cuerpo de la Policía de Puerto Rico’, firmada finalmente por el Superintendente, confirmó a NotiCel la oficial de prensa de la Uniformada, María del Pilar Bong. Los agentes tenían quince días para apelar la decisión, y así lo hicieron de la mano de su representación legal.

El suceso saltó a la palestra cuando un vídeo grabado en la madrugada de un día no especificadose volvió viralmostrando a uno de los agentes dándole vueltas a la silla de ruedas sobre la que estaba sentado el indigente, hasta dejarloen el suelo.

Inmediatamente, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) exigió la destitución de los policías hasta que se les investigara criminalmente y se revisaran los protocolos de intervención de la Policía con personas con diversidad funcional y personas sin hogar dentro del proceso de reforma policíaca.

El presidente de la ACLU en Puerto Rico, William Ramírez, reconoció que el caso ‘se ha mantenido calladito’ y aprovechó para criticar que luego de que saliera el hecho a la luz pública, se empezara a repetir que la persona sin hogar no tenía impedimentos – se le vio pararse del suelo a la silla de ruedas – y que estaba intentado romper cristales de un carro.

‘Si fuera real o no [que andaba en sillas de ruedas] no hace ninguna diferencia, porque esa persona no estaba ahí cometiendo ningún delito. Luego, como hacen cuando encubren una conducta como esa, tratan de radicar cargos para ellos justificarse y dijeron en los medios que estaba incurriendo en delito de romper cristales en el carro… Simplemente abusaron de él para sacarlo del parking porque el negocio no lo quería ahí’, concluyó el licenciado.

En el 2004, la ACLU comenzó a investigar a la Policía a raíz de un patrón de abusos contra personas sin hogar, que luego creciócon la población de Loíza, los estudiantes y las protestas universitarias, hasta todos los sectores que reciben el impacto del abuso policíaco.

Ramírez reiteró a NotiCel la necesidad de que el proceso de reforma policiaca incluya la voz de las comunidades, entre estas, la de personas con diversidad funcional y la de personas sin hogar, para que se revisen los protocolos de intervención. Al menos una de esas categorías le corresponda a la persona agredida por los agentes implicados en el incidente de abril en el estacionamiento de Walgreens.