Fotos
Sobre finales de enero de 2010, unas fotos de un grupo de medicos cirujanos puertorriqueños causaron asombro, estupor ante el mal gusto del presunto humor de los fotografiados, y en lo personal, repulsión ante las imágenes. Para agregarle una nota surrealista a la historia, estaban en Haití en auxilio de las víctimas del terremoto del 12 de enero de ese año. Tengo en la memoria, muy presente, tres fotos específicas.
Un cirujano con espejuelos, bastante grueso físicamente, sierra de fabricante de muebles en mano, aparece en una foto, sonriendo a la cámara, a punto de cortar lo que parece un muñón de un paciente que no se ve; en la otra, una mujer negra desnuda, apenas con una gasa tapando sus genitales, acostada sobre una camilla, mira hacia la cámara desde la profundidad de una angustia sin remedio mientras, a su lado, de pie, el mismo médico grueso y de espejuelos, sonriente, posa con la misma sierra en la mano.
La otra foto que no se aleja de la pesadilla del recuerdo, es la de otro médico, parado, con un pie sobre el costado de un ataúd ya ocupado para siempre, sonriendo, cerveza en mano.
Ninguno de los grandes creadores cinematográficos del surrealismo italiano, de Vittorio de Sica a Fellini, hubieran imaginado mejores escenas.
El escándalo, calificativo que aquí aplica pero que en otras historias suele aumentar y sancionar asuntos menores, fue de tal magnitud -las explicaciones de algunos de los médicos fueron casi tan ofensivas como las fotos, por su debilidad argumentativa - terminó con la intervención del Colegio de Cirujanos, una institutición seria del país.
Al cabo de varios días, el Colegio de Cirujanos, una institución seria del país, saldó la cuestión con un débil regaño, la recomendación subliminal de que no vuelva a ocurrir, y se llamó a silencio.
A mediados de ese mismo año 2010, un vídeo difundido por la cadena ABC y publicado en la red YouTube, mostraba al representante novogresista Georgie Navarro, visible y alegremente ebrio, intentando besar a una joven estudiante de periodismo. Las escenas transcurrían en una barra luego de una serie de reuniones a las que Navarro había asistido en Washington, en su carácter de legislador del Estado Libre Asociado, es decir, en un viaje oficial pagado con fondos públicos.
El representante también trató de aclarar, pero ya se sabe que hay gente que cuando intenta aclarar, oscurece. La Legislatura, una institución seria del país, no tomó cartas en el asunto, no hubo una declaración pública, y el representante Navarro ni siquiera fue amonestado.
Hace unos días, la señora Gricel Mamery apareció en unas fotos saludando alegremente al público desde un balcón, durante las Fiestas de la Calle San Sebastián. En una de ellas, un amigo de Gricel le levanta la blusa y, horror!, se ve una parte de su brassiere, esa prenda femenina que las mujeres libres de Europa ondean en sus manos, con sus tetas al aire, en cada marcha que organizan para defender sus derechos o los de otras mujeres destinadas a roles medievales en sociedades retrógadas. Un vídeo tomado al mismo tiempo, mostraría luego a la animadora bajándose inmediatamente la blusa y desapareciendo del balcón.
El canal 6, otra institución seria del país que ostenta el pomposo slogan de 'la emisora del pueblo de Puerto Rico', pero que manejan a su gusto y conveniencia los gobiernos de turno, rescindió inmediatamente el contrato de la señora Gricel Mamery.
El doble discurso ofende, la mediocridad espanta, la estupidez abruma...