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Mi perro arrastra el fondillo cuando camina!

Si observas esto en tu mascota, es bastante probable que esté asociado a que sus sacos (glándulas) anales están llenos y no le es posible vaciarlas.

Las glándulas o sacos anales son dos estructuras que tienen los perros y los gatos en el área del ano, en forma de pequeños sacos en una posición de las 4 y 8 según las manecillas del reloj, si vemos su ano de frente. Estas tienen sendos conductos que liberan una substancia espesa de mal olor que contienen en su interior, que lubrica la salida de la excreta, y en ocasiones les sirve de defensa cuando asustados las vacían y logran ahuyentar por su hedor a un potencial agresor.

Se supone que cada vez que defecan las vacían, pero en algunos animales no es efectivo este mecanismo. La causa de esto aún es desconocida, pero al no vaciarlas, la secreción se hace más espesa y empieza a molestar a la mascota al ser incapaz de expulsarlas.

Vemos a los animales constantemente lamerse el ano, quejarse, abultarse y enrojecerse esa área y por supuesto… arrastrar el fondillo por el suelo.

En ocasiones se llega al extremo, que al no encontrar salida, la glándula se rompe hacia el exterior (al borde del ano) y produce una fístula que debe ser tratada rápidamente porque sangra y es bien dolorosa para la mascota.

Lo que tú como dueño debes hacer, es identificar cuando tu mascota se siente incómoda por esta situación, y acudir a tu Veterinario Licenciado, para que la evalúe, las vacíe manualmente, y te oriente de como vaciarlas o con qué frecuencia debes acudir al mismo para que sean vaciadas y evitar así males mayores.

Por lo general, una mascota con esta condición debe acudir entre cada mes a dos meses, para que el Veterinario Licenciado te ayude a desocupar las glándulas de tu mascota, y evitar así que se impacten, se inflamen y se formen abscesos o fistulen. Todas estas son situaciones que requieren tratamiento médico, e incluso quirúrgico dependiendo de la severidad de la afección.

Como sea, cuando tu mascota sufre de esta condición es donde aplica aquel viejo dicho que dice: '… es mejor prevenir, que lamentar…'. Y llevarla periódicamente a vaciar los sacos anales, te puede ahorrar los costos de tratamientos y el dolor e incomodidad que le genera a tu fiel amigo cuando se inflaman sus glándulas anales.

*Espere la sección del Dr. Sosa los martes alternos al mediodía en Las Noticias Univisión. Puede contactar al Dr. Sosa a través de hospitalparamascotas.com; Hospital Para Mascotas en Facebook; hparamascotas@gmail.com; o el 787-292-0455.